Un blindaje con incondicionales

Estaba blindado por los “suyos” Julio Grondona. Por los dirigentes que él mismo supo moldear a su antojo, por los empleados de la AFA y por Julito, su hijo. Todos le respondían a él. Eran (son) incondicionales. En la cadena de mando, cada uno atendía su juego. Tuvo, a lo largo de 35 años, varias manos derecha. En el último tiempo, Luis Segura es quien estuvo más cerca del mandamás del fútbol argentino. Un tridente con raíces de clubes “chicos” era el encargado principalmente de la gestión económica. ¿Quién es quién? Miguel Silva, vice de Arsenal y secretario general del Comité Ejecutivo, estaba encargado de la parte organizativa y era quien acompañaba a Grondona a las reuniones en la Casa Rosada. José Lemme, presidente del ascendente Defensa y Justicia y tesorero de la AFA, estaba a cargo de atender a los presidentes de los clubes necesitados. Lo que firmaba, era con previo consentimiento de Don Julio. Y Rubén Raposo, ex dirigente de Lanús, ocupaba otro puesto estratégico: era quien les entregaba los cheques a los clubes...