Llegó a EE.UU. la mujer que Sudán quiso ejecutar por dejar el islam
La cristiana sudanesa que había sido sentenciada a muerte por renunciar al Islam, llegó a Estados Unidos con su familia donde se radicará. La mujer evito la muerte debido a la intensa campaña internacional contra la barbara sentencia.
Meriam Ibrahim Tehya Ishag llegó a Filadelfia, donde fue recibida por el alcalde como “una luchadora por la libertad en el mundo”. La mujer de 26 años, sus dos pequeños hijos y su esposo cristiano Daniel Wani, ciudadano estadounidense, siguieron luego viaje a New Hampshire, donde Wani tiene familia. Allí fueron recibidos con vítores, globos y banderas de EE. UU..
Tras abandonar Sudán, la familia pasó ocho días en Roma, donde la mujer fue recibida por el papa Francisco, visitó el Coliseo, e hizo compras. Ishag, de padre musulmán, había sido condenada a muerte el 15 de mayo en virtud de la ley islámica en vigor en Sudán, que prohíbe las conversiones.
Fue encarcelada junto a su hijo Martín, que entonces tenía 20 meses, y condenada a la horca por apóstata y además a 100 latigazos por adulterio. Días después de su condena, dio a luz a su hija en prisión. La interpretación sudanesa de la sharía, en vigor en ese país desde 1983, considera si mayores explicaciones “adulterio” la unión entre una musulmana y un no musulmán.
La barbarie de la condena desató la indignación internacional y fuertes presiones contra Jartum. Se revirtió la sentencia contra Ishag, pero volvió a ser arrestada mientras intentaba abandonar el país acusada de presentar documentos falsos. Dos días después volvió a ser liberada y se refugió junto a su familia en la embajada de Estados Unidos.
El gobierno de Estados Unidos dijo la semana pasada que estaba “encantado” con la liberación de Ishag así como de recibirla.