“Lo siento mucho por la pérdida de una vida, pero hice simplemente mi trabajo”
“Lo siento mucho por la pérdida de una vida, pero hice simplemente mi trabajo. No fue una ejecución y tengo la conciencia tranquila”, dijo el policía Darren Wilson sobre el confuso episodio del 9 de agosto en el que dio muerte al joven negro Michael Brown, de 18 años.
Con tono frío y controlado, el agente, que hasta ahora había permanecido en silencio, contó ante el canal ABC News la diná- mica de aquel hecho que detonó las tensiones raciales en Ferguson, donde la mayoría negra se siente discriminada por los policías blancos. “No hice nada malo... Lo volvería a hacer. Mi conciencia está tranquila. Lo siento mucho, pero no habría hecho nada diferente” a aquel día, reiteró.
La versión de Wilson sobre lo ocurrido le echa la culpa a Brown. “Me golpeó contra la puerta, intenté alejarlo y me dio un golpe de puño, fue una lucha. Intenté agarrarlo del brazo, pero se hizo imposible por la fuerza que tenía. Parecía ‘Hulk’ –en alusión al superhéroe de historieta–. Cuando le dije que se alejara me vi obligado a disparar, el me puso las manos sobre el arma, intentó agarrarla, entonces le disparé. El se enojó más. Salí de la patrulla y él escapó, mientras pedía refuerzos”.
“¿Por qué no se detuvo? ¿por qué lo persiguió?”, le preguntó el periodista. “Porque era mi deber. Nos adiestraron para ello”, respondió el policía. “Luego vi que puso una mano en alto, en forma de puño mientras la otra estaba en la cintura”, recordó Wilson, quien nunca apareció en público hasta ayer. “Testigos dijeron que Brown tenía las manos levantadas”, replicó el periodista. “Absolutamente no, no es correcto”, contestó el policía al que la Justicia exculpó del cargo de homicidio.
Los padres de Michael Brown dijeron que no le creían “ni una palabra” al agente. “Conozco demasiado bien a mi hijo. Jamás hubiera hecho eso. Jamás provocó a nadie”, aseguró Lesley McSpadden, la madre, a la cadena CBS.
Según el padre, también llamado Michael Brown, el policía es un “loco”. “En primer lugar, mi hijo respetaba a las fuerzas del orden. Y luego, ¿qué persona en sus cabales se atrevería a atacar a un agente de policía que tiene su arma en la mano?”, se preguntó.