Cae el chofer de un blindado por el robo de $ 5.000.000
Lo acusan de haber entregado el golpe. Había dicho que lo habían amenazado con armas para que abriera el camión. Pero una cámara filmó cómo dejaba subir a los ladrones sin resistirse.
Se había mostrado como una víctima más del robo. Había dicho que lo habían encañonado y que lo habían forzado a abrirles paso a los asaltantes. Pero las filmaciones de distintas cámaras de seguridad lo delataron: en realidad, había sido parte del golpe. Así fue como el chofer de un blindado fue detenido sospechado de ser el “entregador” de un asalto al camión que él mismo manejaba, en el que una banda se llevó casi cinco millones de pesos, 73 mil dólares en efectivo y 313 mil pesos en cheques y títulos.
El asalto ocurrió el 14 de agosto frente a una sucursal del Banco Santander Río, en La Plata. Fue un otra cosa: los ladrones se acercaron a la puerta, golpearon y el chofer les abrió. Primer indicio sospechoso.
Peterlana trabajaba desde hacía más de cinco años en Prosegur. Después del robo, la compañía lo dejó cesante y él se dedicó a la instalación de aires acondicionados. A la par, la Justicia ordenó intervenir sus teléfonos y detectó conversaciones de familiares que le reprochaban haber participado “en ese asunto”. Fueron varias charlas que aludían, en apariencia, al robo.
Después de más de tres meses de seguimientos, la fiscal Betina Lacki ordenó un allanamiento en la casa del ex chofer y pidió su detención. La Policía lo encontró en su casa de 520 entre 158 y 159, en Melchor Romero.
“Los registros de las cámaras de seguridad muestran en forma clara que los asaltantes no llevaban ar- mas cuando se acercaron al blindado”, dijo ayer a Clarín el vocero de la Policía Bonaerense, Alberto Meza. El funcionario explicó que ese fue el primer elemento que orientó la investigación hacia el chofer.
Ahora la Fiscalía intenta establecer si le pagaron por su rol o si forma parte de la banda. También están detrás de la pista del dinero. En la DDI La Plata mantienen hermetismo: consideran que “están cerca” de conseguir más pruebas para llegar al resto de los integrantes de la banda, aún no detenida.
El asalto ocurrió poco antes de las 17 de aquel 14 de agosto, en una de las avenidas más transitadas de La Plata y llevó pocos minutos. El camión estaba por terminar el recorrido tras pasar por varias sucursales. En 44 y 26, frente a uno de los bancos, el vehículo se detuvo.
Como es de rutina, en la sucursal golpe rápido y efectivo, que incluyó también una persecución por las calles de la ciudad y terminó con el chofer internado por una supuesta “descompensación”.
Pero con las primeras investigaciones aparecieron las dudas. El responsable de manejar el camión de caudales cayó en algunas contradicciones al declarar como testigo. Y desde la Fiscalía pusieron la lupa sobre él, un empleado de la empresa Prosegur identificado por fuentes policiales como Alejandro Gabriel Peterlana (37).
En su primer declaración, el conductor aseguró que los atacantes lo habían apuntado con un arma desde afuera del camión. Dijo que habían puesto la escopeta en una tronera que estaba rota. Sin embargo, las filmaciones de las cámaras de seguridad del banco y de la Municipalidad de La Plata mostraron bajaron el custodio y el portavalores. En ese momento, tres hombres aparecieron en un Peugeot 207 gris con vidrios oscuros y uno de ellos se acercó a la cabina del conductor. Ahora se sabe que Peterlana le abrió la puerta y así la banda subió al blindado. El chofer se bajó pero, dijo, “olvidó” agarrar su arma.
Al volante del blindado, los delincuentes recorrieron tres cuadras y en 46 y 28 lo dejaron abandonado. Cargaron 7 sacas en el Peugeot y huyeron. La denuncia formal que hizo el Banco Río puso número exactos al resultado del golpe: 4.779.657 de pesos en efectivo, 73 mil dólares y 312.236 en cheques.
Fuentes judiciales señalaron que en este tiempo Peterlana fue “cuidadoso y prolijo” para no mostrar gastos excesivos ni modificaciones bruscas en sus hábitos. Del dinero aún no se recuperó nada.