Clarín

Asaltan a dos jubilados y los torturan con una picana casera

Pelaron los cables de un velador y los usaron para generar descargas eléctricas. Uno de los ladrones tiene 16 años.

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“¡Hola tía, somos nosotros!”, gritaron desde la calle después de tocar el timbre. Haydée (76) entendió que se trataba de unos sobrinos a los que no veía desde hacía un tiempo. Se asomó para ver quién era, creyó reconocer a uno de los que estaba del otro lado de la puerta y abrió. Unos segundos después, cuando tres hombres entraban a los gritos y la agarraban del cuello, se dio cuenta que había caído en una trampa.

Ese fue apenas el inicio de una secuencia violenta que no solo incluyó golpes y amenazas de muerte, sino también descargas eléctricas con una picana casera para su marido, Juan Carlos, un médico jubilado de 81 años. Según informaron fuentes del caso, el elemento de tortura fue confeccion­ado con un velador que había en la casa, al que le pelaron los cables.

Los asaltantes estaban sacados: querían más dinero y torturaban a las víctimas para que entregaran todo lo que tenían. En medio de la violento episodio, no se dieron cuenta que la nuera del matrimonio había alcanzado a esconderse en una habitación y llamar a la Policía. Poco más tarde, tres de los ladrones fueron detenidos mientras intentaban fugarse.

El hecho sucedió el lunes cerca de las 19.30 en un chalé ubicado en calle Monseñor Alberti casi esquina avenida Márquez, cerca del Hipódromo de San Isidro, una zona residencia­l. “Cuando entraron, el (asaltante) de 16 años me agarró del cuello. Me apretaba de tal forma que pensé que me iba a morir, me ahogaba completame­nte”, contó ayer Haydée al canal TN.

“A mi marido le pegaron, lo picanearon en los brazos y las piernas, quedó destruido. Le decían: ‘¿Dónde están los dólares?’. Pero no tenemos dólares. Se llevaron dinero y alhajas”, relató la víctima. Y agregó: “Nos ponían los dos dedos en la garganta, se notaba que eran expertos. El más violento era el más joven”, describió la víctima refiriéndo­se a uno de los detenidos, de 16 años.

Los asaltantes eran cuatro: tres se metieron en la casa y una mujer se quedó esperando en la calle con el auto en marcha. La banda había logrado hacerse de 80 mil pesos y joyas, pero quería más. Mientras transcurrí­a el robo y el matrimonio era maltratado, la nuera de las víctimas, María (42), escuchaba todo encerrada en una de las habitacion­es. “Yo estaba arriba descansand­o y al principio no me di cuenta. Pero después me escondí y llamé a mi cuñado y a la Policía. Mis suegros ya les habían dado todo pero ellos querían más”, detalló la mujer.

Encerrada en la habitación, alcanzó a llamar al 911. “La Policía llegó inmediatam­ente y cuando la cómplice que estaba en el coche (un Volkswagen Fox) vio que venían, avisó a los que estaban en mi casa”, contó Haydée.

Al llegar, los agentes tocaron la puerta y los asaltantes intentaron escapar saltando por las casas vecinas. Uno de ellos cayó y se quebró una pierna. Siguieron corriendo por la avenida Márquez, pero fueron alcanzados por la Policía, mientras que la mujer que esperaba en el coche huyó.

Los detenidos tienen 43, 25 y 16 años. Les secuestrar­on los objetos robados y la picana casera. Quedaron acusados de “tentativa de robo y lesiones”.

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GUSTAVO ORTIZ Llamada clave. La nuera del matrimonio escuchó lo que pasaba, se encerró y avisó a la Policía.

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