“Viggo sabe que tomó un riesgo”
“Me entusiasma que esté Viggo. Sabe que tomó un riesgo, le gusta. Nos abre la cancha para que otro público venga a ver la película”, dice Lisandro Alonso, director de
Jauja, figura aquí en Mar del Plata. Es una película menos “rara” que tus anteriores, pero con elementos sobrenaturales. Eso viene de la mano de Fabián Casas. Su aporte desde la escritura. Inventa personajes, nombres, apariciones metafísicas. ¿Seguirás con actores profesionales?
Fue un lujo empezar con Viggo, su experiencia me da seguridad. Lo necesitaba, hay pérdida, drama en esta historia. La nacionalidad danesa del Capitán, ¿fue para atraer a Viggo? Sirvió. En principio, el personaje era inglés. Pero me jodía que quedara ligado al pasado de nuestra Patagonia. Cuando Fabián me dijo que Viggo hablaba danés, tenía pasaporte danés, un padre danés, dije sí, es danés. ¿Cómo arrancó la historia y el tándem que armaron? Tenía una amiga, que se enamoró de un flaco y se fue a vivir a Filipinas. Años después, me llegó un mail. La habían matado a tiros, a ella y al novio. Un día antes ella me había escrito contándome que estaba enamorada. Me pregunté si la cosa era así de repentina. Y pensé en su papá, que era de Eslovenia. Ir a buscar el cuerpo de su hija, tan lejos. Me quedó eso. En una pizzería, con Fabián, le tiré la idea. No nos conocíamos. Dudó, y quedamos en tratar de hacernos amigos, si lo hacíamos, seguíamos la historia. Y estuvimos dos años comiendo asados, nuestras mujeres quedaron embarazadas, hasta que pasaba el tiempo y dijimos: “Che, ¿nos ponemos a escribir?”.