La base está (y cada vez es más grande)
El DT tiene un equipo titular en la cabeza. Pero la victoria ante Francia le dio nuevas y varias alternativas.
Los Pumas no sólo trajeron de Europa una gira positiva en cuanto a los resultados o 30 minutos de un gran nivel jugado frente a una potencia del Norte. El seleccionado llegó el lunes con algo que Daniel Hourcade, su entrenador, se había planteado conseguir casi desde su debut oficial en mayo frente a Uruguay: ampliar la base de jugadores para hacer más competitiva la lucha en cada lugar de la cancha. Y hoy, salvo en las posiciones de medio scrum y de hooker, las variantes son muchas. Y muy buenas.
Entre los tres cuartos, el fullback consolidado es Joaquín Tuculet y las alternativas son el polifuncional Lucas González Amorosino y Santiago Cordero, que hubiera tenido su chance ante Italia si el equipo no hubiera estado obligado a ganar tras la piña de Edimburgo. Los dueños de las puntas son Juan Imhoff y Manuel Montero, aunque éste todavía deba crecer en lo defensivo; allí el staff espera la evolución definitiva de Gonzalo Camacho, pero también se ubican con posibilidades González Amorosino, Ramiro Moyano y Cordero, a quien, de todos modos, Hourcade prefiere como wing. Finalmente, los centros inamovibles son Marcelo Bosch y Juan Martín Hernández, a quienes les sobra jerarquía; debajo, como primer centro aparecen Jerónimo de la Fuente y Santiago González Iglesias -una gran apuesta del entrenador- y como segundo, Matías Moroni y Horacio Agulla, otro histórico y polifuncional quien también puede rendir como wing.
Los dueños de las camisetas 10 y 9 (medios) son Nicolás Sánchez y Tomás Cubelli, aunque en este caso el apertura tucumano es el que está más firme en su puesto ya que debajo suyo, pero a una buena distancia, aparecen Hernández y Patricio Fernández; en cambio, Cubelli peleará hasta el final el puesto de medio scrum con Martín Landajo. ¿La tercera opción? Muy lejos están Felipe Ezcurra, quien ni siquiera fue titular en el Hindú campeón, y Marcos Bollini.
Si para arrancar con los forwards hay que hacerlo con la tercera línea, allí es donde en la ventana de noviembre se sumaron más nombres. Un ejemplo claro es el de To- más Lezana, quien al comenzar el año no estaba siquiera entre los 10 más considerados y su descomunal actuación en el Stade de France lo llevó a ser tal vez un suplente natural de Juan Martín Fernández Lobbe. El ex capitán, junto a Juan Manuel Leguizamón ( octavo) y Pablo Matera son los fijos para la tercera línea; pero con fuerza también empujan Benjamín Macome y Leonardo Senatore para el puesto de 8 y Facundo Isa, Javier Ortega Desio y Rodrigo Báez para los de ala, una posición a la que Hourcade le gusta dividir para jugadores de participación (Fernández Lobbe, Lezana y Ortega Desio) y de impacto (Matera, Isa, Báez y hasta el propio Leguizamón). En la segunda línea, a la proscripción de Albacete se le opuso la gran aparición de Tomás Lavanini, quien hoy forma la dupla top con Mariano Galarza; inmediatamente detrás aparecen Guido Petti, Lucas Ponce, Manuel Carizza (con más line pero menos locura que sus dos compañeros), Matías Alemanno y, un poco más abajo, Juan Cruz Guillemain. Por último, la primera línea ideal es la de Juan Figallo -también lo esperarán el tiempo suficiente porque creen que, sano, es el mejor pilar derecho del mundo- Agustín Creevy y Marcos Ayerza. ¿Alternativas? Nahuel Tetaz Chaparro, Ramiro Herrera y Gastón Cortez; Matías Cortese, Julián Montoya y Santiago Iglesias Valdez (los tres hookers están muy lejos del capitán); y Lucas Noguera Paz y Bruno Postiglioni.
Cuatro de los ocho forwards que actuaron contra Francia habían sido Pumitas en 2013 y 14 de los 15 jugadores que terminaron ese test surgieron de los Planes de Alto Rendimiento. Y ese no debe ser un dato menor, tampoco. Hourcade siempre creyó en esa iniciativa de la Unión Argentina de Rugby y a su proyecto apeló. El tiempo le dio la razón. Por eso hoy Los Pumas tienen, quizá, la base más amplia de su historia. Y por eso el sueño es también cada vez más grande.