A una semana del allanamiento Hotesur no entregó aún sus balances
Hasta ayer la firma de los Kirchner no había llevado sus balances, a una semana del allanamiento.
La empresa Hotesur de la familia Kirchner que administra el hotel Alto Calafate no presentó hasta ayer los balances que debe desde el 2010 a la Inspección General de Justicia (IGJ), no pagó las tasas que debe (unos 20 mil pesos), ni cambió su dirección legal a un domicilio legal.
Así estaba ayer pese a que hace una semana que el juez federal Claudio Bonadio allanó el jueves pasado la IGJ para llevarse el expediente de Hotesur con todas esas falencias a la vista y la dirección de Lavalle 975, donde no había nada desde hace años.
Entrando a la página web de la IGJ (www.jus.gob.ar/IGJ) se podía verificar ayer que Hotesur debía, por ejemplo, 2651,56 pesos en concepto de tasas por el 2014. Pero no se pudo comprobar si ya pagó la multa “severa” de 3 mil pesos que la aplicó la IGJ por no haber presentado sus balances, cambiado sus directores y tener una sede legal fantasma.
La IGJ es el organismo del estado que debe controlar la presentación de balances de empresas privadas y fundaciones, entre otros requisitos. La IGJ depende del Ministerio de Justicia de la Nación y está manejado por La Cámpora.
En el 2008, Néstor Kirchner compró Hotesur con 2 millones de dólares que había comprado en forma polémica y bajo acusaciones de uso de información privilegiada.
El hotel de Hotesur fue administrado hasta fines del año pasado por el socio de los K, Lázaro Báez, investigado en causas de lavado de dinero en Suiza, Uruguay y Argentina. El empresario fue acusado de haber contratado habitaciones del Alto Calafate que nunca fueron ocupadas, una maniobra típica de quienes buscan lavar dinero.
Es por eso que el expediente Hotesur podría abrirse hacia pesquisas de delitos financieros vinculados a la corrupción.
Las primeras sospechas de los investigadores de la causa, mientras tanto, empiezan a tener un respaldo probatorio.
En el legajo de Hotesur que estaba en la IGJ se confirma que en todos los trámites que la compañía realizó ante ese organismo registró como sede a un domicilio en el que en realidad no hay nada: Lavalle 975 piso cuatro departamento cinco. Esas oficinas fueron allanadas el jueves pasado y estaban vacías y en alquiler. Un abogado aseguró ser el dueño del lugar desde hace cuatro años, y descartó tener alguna vinculación con el hotel presidencial.
Néstor Kirchner afirmó en su última declaración de bienes que sus acciones en esa compañía hotelera tenían un valor de $ 9.367.528,8.
Tras su muerte, las acciones de Hotesur fueron divididas entre Cristina Kirchner y sus hijos Máximo y Florencia.