Debatieron la agenda social pendiente
Un funcionario de la ANSeS expuso junto a representantes de PRO, UNEN y el Frente Renovador
Cuatro voces distintas debatieron sobre “Los desafíos de la agenda social argentina” en la conferencia que el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) organizó ayer al caer la tarde.
Participaron Rodrigo Ruete, número dos del ANSES, quien a último momento reemplazó al director ejecutivo del organismo, Diego Bossio; Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; Javier González Fraga, ex presidente del Banco Central y referente de UNEN; y Daniel Arroyo, ex ministro de Desarrollo Social bonaerense y asesor de Sergio Massa.
Ruete comenzó haciendo un listado de lo que llamó como “hitos” de inclusión social desde 2003. Enumeró el ampliación de la tasa de cobertura previsional y el cambio del sistema, que ahora controla el Estado. Mencionó el sistema de Asignación Universal por Hijo, que alcanza a 3 millones de chicos; y los planes Conectar, donde se le entregaron netbooks a 3 millones de estudiantes. También la tarjeta Argenta y el Plan Procrear.
A su turno, González Fraga empezó diciendo que no estaba de acuerdo con la idea de que hoy hay una agenda política económica y otra social, y abogó por la existencia de “una política económica con una política social”. Dijo que había que eliminar la pobreza extrema, lo que daría un beneficio para toda la sociedad. “La pobreza es el caldo de cultivo del populismo y éste el cáncer de la democracia”, señaló. Recomendó “evitar las crisis” con la que “se benefician los ricos” y apuntó directamente a combatir hoy dos “grandes desafíos”: drogas y narcotráfico.
Mientras que Stanley propuso redireccionar las políticas sociales a un sistema de protección integral reconociendo temas como la existencia de pobreza estructural, drogas y narcotráfico.
Arroyo basó su ponencia en “siete problemas” y “siete propuestas”. Habló de pobreza estructural, trabajo informal, jóvenes que no trabajan ni estudian, inflación y aumento de la venta de drogas como una unidad económica, violencia cotidiana y tierra y viviendas. Sobre ello, reconoció que en la Argentina había hoy un sistema de protección social, y propuso el empalme de los trabajos que se hagan como en un todo.