Un Beethoven fresco
De regreso de Europa, el dúo de violín y piano que integran Cecilia Isas y Alan Kwiek se prepara para presentar una de las obras más queridas y temidas del repertorio beethoveniano, la Sonata Kreutzer, que junto con la Sonata en Fa mayor de Mendelssohn, sonará en La Usina del Arte, este domingo a las 11, con entrada gratuita.
¿En qué ciudades se presentaron? Kwiek: En Barcelona, y en Breda, Holanda, en conciertos del Centro de Estudios Pianísticos.
A pesar de su bajo perfil, Kwiek es uno de los pianistas más respetados de su generación. Su trayectoria camarística incluye haber compartido recitales a cuatro manos con Martha Argerich. “Fue en Pietrasanta, en 2008, en la primera edición de ese festival”, cuenta.
¿Te pone nervioso tocar con ella? Kwiek: No, Martha siempre se adapta a lo que uno necesita. Entonces, el diálogo es muy fluido y uno siente que rinde mejor que si tocara con cualquier otro pianista. Ahora tocarán la “Kreutzer” en dúo con Cecilia . ¿Cómo se preparan? Isas: Hace mucho que Alan quería hacerla. Es una obra que miraba con admiración pero que no me animaba a hacer. Recién este año, no sé si por maduración o por audacia, me atreví a hacerla. Kwiek: No niego sus dificultades, pero para mí no es tan difícil como la N° 10. Será porque a la Kreutzer uno la tiene más en el oído. Además, tiene temas populares. El tercer movimiento es una tarantela. Es un Beethoven muy fresco. ¿Escuchan otras versiones de referencia para armar la propia? Kwiek: No. No me gusta escuchar otras versiones, pero ayer escuché una grabación nuestra, de este año, para ver si me resultaba muy desagradable o no. Afortunadamente, no me resultó desagradable.
¿Si hubiera sucedido lo contrario te ha- brías animado a tocarla nuevamente? Kwiek: Sí, pero lo habría sentido como un desafío tremendo porque solo habría tenido esta semana para sacarla de esa categoría. Isas: Es que cuando uno se escucha apenas después de haberla tocado, la sensibilidad aún está muy abierta y uno escucha todos los problemas. En cambio, si la dejas reposar, puede que esa distancia te permita una audición menos viciada.