Chicago, el último en ascender a Primera
Le ganó 1-0 a Gimnasia de Jujuy, en Córdoba. El gol lo hizo Christian Gómez, el gran ídolo del club.
Faltaba un paso en esta final rara, acá en Alta Córdoba. El último paso de un largo recorrido por un semestre decisivo, incómodo, cambiante. Y Nueva Chicago, viejo guapo de Mataderos, se hizo fuerte otra vez en este territorio del centro del país que tan bien le sienta. Sí, acá, en esta ciudad en la que supo celebrar varias de sus ocasiones épicas, vuelve a Primera. Después de poco más de siete años -desde aquella escandalosa Promoción contra Tigre en 2007- el verdinegro regresa a la máxima categoría. No es un momento cualquiera de su historia: el 17 de mayo de este año consiguió, con autoridad, el ascenso desde la B Metropolitana al Nacional que ofrecía diez ascensos. Y Chicago -a su modo y manera- su subió al último tren que conduce al torneo de 30 equipos en la A.
Fue un partido muy propio de este triangular que ofrecía los restantes dos ascensos de la Zona A. Parejo, cerrado, con trabas, con roces, con emociones, pero sin brillos. Hubo un instante clave en el recorrido, ese gol de Christian Gómez, a los 7 minutos, tras desviarse en Sebastián Sánchez. A partir de entonces, Gimnasia de Jujuy sintió que el regreso a Primera se le deshacía. No se conocen antecedentes de tantas oportunidades desaprovechadas. Pero no sólo en la historia de este gran protagonis- ta del norte argentino; tampoco en cualquier otro caso. De los últimos nueve partidos, el Lobo que no pudo arañar su ascenso ganó apenas un encuentro (1-0 frente a Douglas Haig, en Pergamino). Parece mentira: no supo hacerse fuerte en su
Tacita de Plata en el tramo decisivo de la competición.
Chicago, en cambio, construyó una campaña abrazado a su historia. Se hizo fuerte en los días complicados, después de aquellas tres victorias sucesivas. Sirve el dato para demostrar por qué está en Primera el equipo de Omar Labruna: desde su tropiezo ante San Martín de San Juan, en Cuyo, cayó en apenas un encuentro de los 17 que disputó (0-1 contra Ferro, en Ca- ballito). Creyó en su vieja guardia de futbolistas (con Gomito a la cabeza) y sobre todo en su condición histórica de equipo sin quebrantos en cada instancia decisiva, incluso más allá del desenlace.
Y entre esos dos rivales parejos, ganó el que golpeó primero. El que mejor entendió cómo se disputan estas instancias determinantes: Chicago. Y por eso, ahora, el club de Mataderos participará del torneo de Primera. Estará allí, ante Boca y ante River y ante el resto de los grandes. No es poco, considerando que en este mismo año que lo deposita en la A enfrentó a rivales tales como Flandria y Acassuso. Sí, Chicago -el bravo Chicago- dio el gran salto. Otra vez.
Esto es muy meritorio. Fue un gran trabajo de los jugadores, dimos lo máximo. La gente también se merecía estar acá festejando”. Omar Labruna. Es lo más hermoso que puede vivir un jugador. Este plantel lo merecía. El ascenso lo dedico a la hinchada y a mi familia, son nuestro sostén”. Christian Gómez