Clarín

Dudas que acechan a los hijos

- Daniel Ulanovsky Sack dulanovsky@clarin.com

Las huellas de la violencia jamás se esfuman. Adoptan, sí, una identidad diferente al cambiar de generación. Para los adultos de los años 70 –aquellos que militaban en organizaci­ones foquistas, guerriller­as– las armas eran la forma natural de entender el cambio. Y si había que exponer la vida, se la exponía. Recuerdo las palabras de Rodolfo Walsh al hablar de la muerte de su hija cuando cumplía 26 años y se mató para no caer en manos del Ejército: “Vicki pudo elegir otros caminos que eran distintos sin ser deshonroso­s, pero el que eligió era el más justo, el más generoso, el más razonado”. No importaba –o sí, pero eso no implicaba cambio de rumbo– que la muerte estuviera allí. Ni tampoco, en el caso de Vicki, la posibilida­d cierta de dejar a su hija de un año huérfana.

¿Eran las lógicas de época? ¿No había capacidad de pensar en que además de militante se era padre o madre? ¿Había que hacerlo? Más allá del atroz terrorismo de Estado que impuso la dictadura queda la duda de si una ideología puede más que la protección natural que, como especie, solemos tener ante los hijos. Algunos dirán que era más que una ideología: se trataba de construir un nuevo país. Igual sigue valiendo la pregunta más allá de cuestionar el concepto de vanguardia.

Al pasar a la clandestin­idad en 1974, en una democracia musgosa pero que había sido votada por mayoría abrumadora, la cúpula de Montoneros impuso cierta cualidad al militante. La entrega a la causa lo era todo. Sin entrar en lo específica­mente político, en el proyecto, en si su modelo tenía o no raíces populares, estaba claro que la causa debía tener más significad­o que la vida. La propia, pero en muchos casos también la de los hijos. Hoy es algo que nos genera cierto escozor. Y ese es el valor de la nota de Nicolás: cruzar la ideología con lo esencial, como que cuesta pensar un proyecto sin los que uno ama.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina