Clarín

Y no, así no me suena...

La comedia con Germán Kraus, Beto César, Divina Gloria y elenco es un fallido vodevil, que se quedó en el tiempo.

- MAR DEL PLATA ENVIADO ESPECIAL Juan José Santillán jsantillan@clarin.com

Tu cola me suena

Dirección Rene Bertrand Intérprete­s Germán Kraus, Beto César, María Eugenia Ritó, Divina Gloria, Tota Santillán, entre otros Teatro Provincial (funciones: de martes a domingo).

Tu cola me suena es una de las comedias marplatens­es con vaivén horario. Algunos días tiene función a las 21; otros a las 23. En la primera se desparrama­n por la sala espectador­es que llegan casi sin escalas desde la playa. No hay chancletas con arena, pero acuden en una caravana familiar que incluye niños. Y aunque la obra es la típica comedia de enredos veraniega, fallida, muy poco ensayada (como debe ser); cuya promiscuid­ad no va más allá de algunas nalgas al aire -incluida la de Divina Gloria como valor agregado- insultos y chistes verdes, tampoco estamos frente a Piñón Fijo. De todos modos, los niños, y algunos adultos también, promediand­o la mitad del espectácul­o caen rendidos en el sueño de la comedia por la que pagaron doscientos pesos per cápita.

Lo mejor que tiene la obra es la jocosidad que parodia el título del el ciclo televisivo conducido por Marley. La trama es, como siempre, el juego con el malentendi­do y el humor disparado por la confusión de cada personaje a partir de un hecho inesperado. Daniel (Beto César) sospecha que su es- posa (María Eugenia Ritó) quedó embarazada de su mejor amigo (Germán Kraus). A partir de ese momento, Daniel queda impotente y es atendido por el doctor Orange (Tota Santillán).

Las versiones se cruzan y los personajes saltan a escena con forceps: una suegra (Divina Gloria), una psicóloga (Andrea Estévez), un “gato” (Sabrina Ravelli) y un... técnico de aire acondicion­ado (Federico Bal). Hay momentos impresenta­bles. Uno de ellos cuando La Tota hace campaña por Sergio Massa a partir de un chiste en el que sospecha que Kraus y César mantienen una relación homosexual. “Claro -dice Tota meneando la “cintura”-, ustedes dos se dan masa, masa, ¡Massa 2015!”. ¿No hay un asesor para que justamente asesore que así no, muchachos? ¿Que esa postal pianta votos?

El año pasado, durante la cobertura de la temporada, me preguntaba si es posible remontar a la revista o si el género está caduco como propuesta para el espectador actual. En el caso de este tipo de comedias/vodevil, ¿sería posible plantear la misma pregunta? Hoy el texto de Tu cola me suena no sólo atrasa por lo menos treinta años en su armado de gags, sino que para remontar la situación hay un grupo de actores que por momentos llaman al protagonis­ta “Daniel” y por otros, “Gabriel”. Donde el punto alto es la Tota Santillán desplománd­ose varias veces en un sillón de dos cuerpos hasta hacerlo crujir. O el chiste berreta con “la fábula del tornillo y el tarugo” (lector: lo dejo a su criterio).

No hay una figura rutilante en este elenco, sin embargo, quien se lleva los aplausos es Divina Gloria. Representa­nte de la vieja guardia de la comedia, conoce los códigos y en esta etapa literalmen­te no le importa nada. Va con tremenda desfachate­z, semi desnuda, con una botella de whisky por el escenario tratando de cazar al “galán” de la obra: Federico Bal.

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Germán Kraus, María Eugenia Ritó y la “Tota” Santillán, en escena.
Un terceto peculiar. Germán Kraus, María Eugenia Ritó y la “Tota” Santillán, en escena.
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