Clarín

Massa no se resigna e insiste en forzar una interna con el PRO

A través de Lavagna y Camaño volvió a desafiar a Macri. Lo acusaron de favorecer a los K con su negativa.

- Guido Braslavsky gbraslavsk­y@clarin.com

Los archivos queman. Y Sergio Massa, a quien le gusta tanto hacer asado, con pinza parrillera exhumó de las brasas todavía calientes de 2013 unas declaracio­nes de Mauricio Macri en las que afirmaba que era “obvio” que votaría por el tigrense si tuviera que hacerlo en la provincia de Buenos Aires, y admitía un pacto con él en cuyo marco había ubicado tres candidatos propios en la lista para diputados del Frente Renovador.

En la búsqueda insistente de un acuerdo con el PRO –que ayer volvió a plantear una de sus espadas, el ex ministro Roberto Lavagna– Massa ironizó en Twitter sobre las negativas de Macri.

“Hace poco más de un año... Cambia, todo cambia, simpático, ¿no?”, escribió y puso el link de los artículos que recogían las afirmacion­es del alcalde, “votaría por Massa”.

En rigor pasaron casi dos años de aquello (fue en julio de 2013) y hoy la realidad es otra: Macri miraría desde arriba a Massa en la carrera presidenci­al y ha cerrado la puerta a un acuerdo. Pero la dirigencia más selecta junto a Massa persiste en reclamar las “PASO grandes” en que ambos compitan “para derrotar al kirchneris­mo”, según el argumento.

Massa se metió públicamen­te en tema como respuesta a los nuevos dichos del jefe de PRO que, tajante, sostuvo en una entrevista con La Nación que “Massa no es parte de nuestro proyecto” y que formaba parte de “los gobiernos que han prometido y no han cumplido”. Un trato similar le dispensó a Francisco de Narváez (cosas de la política: en esas mismas notas de 2013 puede leerse que Macri defendía al FR de acusacione­s como las que lanzaba De Narváez, de que la lista massista era funcional al kir

chnerismo).

Las últimas declaracio­nes de Macri ratificaro­n que fue una decisión suya, la de clausurar el acercamien­to al líder del FR, y no de su “línea dura” como quería creer el massismo, buscando torcer la historia.

Sin embargo, el massismo insiste en buscarlo a Macri, aunque el tono es ya más de confrontar­lo. “No hay nada peor que no hacer el intento de ganarle al oficialism­o”, insistió Lavagna, elegido como portavoz de la estrategia del Frente Renovador. El ex ministro disparó sobre Macri: “El márketing, el gorrito, la musiquita y el bailecito no son para un presidente de la Nación”. Ya Graciela Camaño había generado el climna: “En el PRO tienen miedo de competir porque saben que pierden con Massa”, desafió.

A todo esto el candidato siguió de recorrida por el Conurbano. Esta vez por William Morris, en Hurlingham, junto al intendente massista del partido, Luis Acuña, y el precandida­to a gobernador Francisco de Narváez. Siempre abonando un eje de su campaña, la seguridad, Massa cargó contra los camaristas Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués, que favorecier­on en un fallo al abusador de un menor: “Vamos a echar a los jueces que volvieron a violar al chiquito con la sentencia”.

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FR En Hurlingham. El intendente Acuña junto a De Narváez y Massa, ayer, de campaña en William Morris.

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