Una actriz devorada por la anorexia pide ayuda para salir del infierno
Tiene 37 años, pesa 18 kilos y está al borde de la muerte. Creó un blog para juntar el dinero que necesita para tratarse.
Es la imagen de la desesperación y el drama, y no es una metáfora. La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio que si no es tratado a tiempo puede llevar a casos graves, como el de Rachael Farrokh, una acrtriz californiana de 37 años que se encuentra en un estado extremadamente avanzado de su enfermedad y que decidió grabar un video para pedir ayuda. Su rostro es un grito desesperado, consumido y sin energía para manifestarse.
Rachel necesita ayuda. No puede salir del infierno en soledad. Carece de fuerzas físicas y psíquicas para encarar un proceso de recuperación, pero su situación no es fácil: está lejos de una chance real de salir a flote. El horizonte, para esta mujer, es por ahora oscuro.
Su ficha médica señala que Rachel pesa poco más de 18 kilos y que no puede valerse por sí misma. Por eso, su objetivo ahora es internarse en el único centro médico especializado de los Estados Unidos, que es privado, como ocurre en ese país con la mayoría de los centros especializados. Para eso está pidiendo donaciones, necesita juntar dinero para poder afrontar un tratamiento que costará por lo menos US$100 mil.
Lleva más de 10 años luchando contra la enfermedad. Pero llegó a un punto en el que no puede hacer nada por sus propios medios. Y depende totalmente de su marido, Ron Edmonson, quien tuvo que dejar su trabajo para poder ocuparse de ella las 24 horas del día.
En un video subido a la Web, Ra- chael cuenta que pasó por distintos centros de salud pero por el estado en el que se encuentra “ningún hospital la aceptaría” excepto ese centro especializado. “Hola, mi nombre es Rachael. Necesito tu ayuda. Padezco un desorden alimenticio, que es un tipo muy severo de anorexia. Es una enfermedad psicológica que provoca mucho sufrimiento físico”, dice en su mensaje. Se sabe que varias encaró tratamientos, pero casi siempre tuvo recaídas.
En la página que abrieron para juntar fondos, Ron cuenta que el hospital al que quieren ir es el único del país que se especializa en la realimentación de pacientes con tan bajo peso. En el estado en el que se encuentra, si consume muchas calorías de golpe su metabolismo no podría tolerarlo. “Mi mujer tiene los días contados si no hacemos algo inmediatamente”, advierte el hombre tan desesperado como ella.