“Nunca me he sentido limitado”
Es un hombre de pocas palabras. Lo primero que hace Hermenegildo Sabat cuando esta periodista le dice “me gustaría hacerle unas preguntas” es resoplar y advertir: “Yo soy parco, hija mía”. Es parco: su lenguaje es el dibujo. Sabe que no hablará mucho. Pero no corta y de forma suave responde a las preguntas.
-¿Cómo se siente que la universidad de la ciudad que eligió para
vivir reconozca su trayectoria?
-Se trata más de lo que ellos piensan de mí que de lo que pueda sentir yo, yo lo único que siento es agradecimiento.
-¿Y que piensa usted de usted? ¿No piensa que lo merece?
-No lo sé, no me gusta hablar conmigo de esas cosas.
-¿Cómo fue publicar dibujos en un diario durante la dictadura?
-Yo nunca tuve miedo, uno sabe dónde está el límite. Además, conmigo no se metía nadie, mi trabajo era muy marginal en aquellos momentos, tenían cosas más importantes de las que preocuparse. Por otro lado, yo no trabajo para bajar dictadores ni nada parecido. De todos modos te digo algo: es más fácil dibujar en dictadura que en democracia. La democracia hay que defenderla, ante todo.
-¿Y usted, para qué trabaja?
-Para ilustrar las cosas, para mostrar la realidad, para eso sirve mi trabajo, nada más.
-¿Cómo es dibujar en el presente? Usted tuvo problemas con aquel dibujo donde la presidenta aparecía
con la boca tapada.
-De eso ya hablé y no voy a hablar ahora, pero quiero decir que nunca me he sentido limitado
-¿Lo mejor y lo peor de trabajar en un diario?
-Lo mejor es que puedes expresarte, yo soy periodista. Y peor... no hay nada demasiado malo. Lo único malo es que los dibujos de un diario los ven muchas personas todos los días y uno no tiene siempre la misma lucidez. A veces uno se equivoca.
Bárbara Alvarez Plá