Muchos resignan el encargado y contratan la tarea de limpieza
Mientras el sueldo del encargado representa un porcentaje cada vez mayor de los gastos de un consorcio, en muchos edificios deciden despedirlo. Y en muchos casos, optan por alquilar el departamento de la portería para obtener un ingreso que permita solventar parte de los gastos del consorcio.
En las asociaciones de consorcistas estiman que en un 20% de los edificios de departamentos porteños ya prescindieron del encargado. En cambio, contratan a una empresa de limpieza para mantener las partes comunes.
“En mi edificio teníamos un encargado con 20 años de antigüedad, que ganaba muy bien pero no hacía nada y era muy maleducado – cuenta Patricia Fernández, vecina de Recoleta–. Era tan poco querido, que en una reunión de consorcio decidimos por unanimidad despedirlo y pagarle la indemnización. Desde entonces le pagamos a una empresa de seguridad para que haya alguien siempre en la puerta y esa empresa también nos manda a una persona que hace la limpieza. Y la portería quedó vacía”.
En otros consorcios, en cambio, alquilan el departamento del encargado. “A nosotros eso nos permitió reducir aún más las expensas –asegura Diego Suárez, que vive en un edificio de Balvanera–. Eso sí, no nos quedamos sin portero. Contratamos a uno que trabaja medio día por el convenio del Suterh, para evitar problemas legales”.
En algunos edificios, ni siquiera toman a otro encargado sino que contratan a una empresa de limpieza. Se calcula que unos 2.000 consorcios optaron por esta alternativa. En línea con esta tendencia, el Suterh firmó un convenio con el Sindicato de Obreros de Maestranza. Y cada vez que un empleado de una de esas empresas cumple tareas de portero de edificio, es enmarcado en el sindicato de los encargados.