Ida y Vuelta
Respuestas a Cristina por el número de pobres
Con la rotunda afirmación de que tenemos menor pobreza que Alemania, con letra de Cristina amplificada por su eco, Aníbal Fernández, entramos decididamente al “salón de la fama del ridículo.” Parafraseando a Capitanich, diría que ambos poseen un rostro pétreo, a prueba de proyectiles impulsados por la deflagración de la pólvora.
Claro que los alemanes tienen mucho que envidiarnos. Por ejemplo, las villas miseria de material, la inseguridad que nos mantiene atentos o la inflación que corroe nuestro haberes.
Miguel Angel Padilla
miguel.a.padilla@gmail.com
En este momento, donde políticos insensibles se pasean por los medios, alardeando índices que no coinciden en lo más mínimo con la realidad que viven miles de argentinos en condiciones de extrema pobreza, debemos resaltar y valorar mucho más la abnegada labor desinteresada de tantos voluntarios. Ellos, desde distintas ONGs y proyectos, se acercan a estas personas, e intentan devolverles su dignidad, con respeto y amor. Tratan de cubrir sus necesidades básicas, llegando donde no llegan las políticas públicas y donde tampoco llegan, aparentemente, los relevamientos sobre los que basan sus índices.
Fernanda Bauchwitz de Claramunt
ferclaramunt@gmsil.com
La presidenta Kirchner se divierte en Italia engañando a sus interlocutores de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) diciendo que la pobreza argentina apenas suma un 5% y la indigencia apenas supera el 1%. Recibió allá la distinción por su lucha contra el “hambre”. No le vendría mal a la Presidenta visitar el Norte del país que gobierna para cerciorarse de cuántas mentiras lanza inescrupulosamente a los cuatro vientos.
Que haga que Kicillof vea cuántos comercios cierran y cuántos desempleados hay. Cuántos niños mueren por desnutrición. Cómo vive un jubilado con 3.350 pesos al mes y cómo funciona el PAMI. Presidenta, puede comenzar su viaje desde Santiago del Estero y seguir esta ruta: Tucumán, Salta, Jujuy, Tartagal, Orán. De no ser posible, que recorra Buenos Aires a la noche y verá cuántos comen de los contenedores de basura instalados en cada cuadra.
También podría acompañarla Aníbal Fernández, tan valiente con su vulgar léxico destructivo. Muy fácil hablar a la distancia. Un mínimo de decencia sería “dar la cara.”
Amelia Sansone ameliasansone17@yahoo.com.ar TUCUMAN
Es más que evidente que CFK, en su viaje a Italia, quiso promocionar y levantar su alicaída imagen internacional. Lo usa al Papa y hasta las entidades que la agasajan, obligadas por el protocolo. Tuvo fuerte resonancia el eco disonante de varias mentiras lanzadas, descabelladamente, en los ocasionales discursos a los curiosos que se encontraban en la Feria de Milán, donde se exhibía un exposición Argentina.
No se explica cómo el director de la FAO, “Organizaciones de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura”, le hizo entrega de una distinción a la señora Kirchner “por combatir la pobreza y la indigencia en Argentina”. Esto ha sido una herejía, ya que la mandataria, aprovechándose de los escasos conocimientos que se tienen de lo que realmente sucede en nuestro país, dijo sin sonrojarse que la pobreza mide menos del 5% y la indigencia, apenas el 1%.
Su máximo obsecuente mal hablado, Aníbal Fernández, reforzó la falaz mentira aseverando que en Alemania hay muchos más pobres que acá.
María Emilia Farros
mariaemiliafarros@yahoo.com.ar
Presidenta, en su viaje a Italia usted se olvidó de los hermanos Qom, a quienes se niega a recibir para no escuchar sus reclamos de equidad y justicia; de los jubilados y su 82% tan reclamado, que su gobierno se niega a dar por “falta de recursos”; de los desnutridos chicos y grandes que mueren por falta de pan, agua y trabajo; de los chicos que se turnan las zapatillas para ir a estudiar; de la inseguridad y muerte de todos los días, que para su gobierno es “una sensación”. Señora, que Francisco ilumine a quienes usted y su grupo les quitaron esperanza. Y que también lo haga con “los pobres” de Alemania. Duerma tranquila, Presidenta, que la Justicia Divina tarda, pero llega.
Luis A. Remondino
la_e@live.com.ar