Clarín

Detienen en Brasil a grandes empresario­s

Detuvieron a los CEO del mayor holding de la construcci­ón, el grupo Odebrecht, y de otra gran firma del ramo. Los acusan de una supuesta vinculació­n con el escándalo Petrobras.

- Eleonora Gosman egosman@clarin.com

Son directores de las mayores constructo­ras. Es por el caso de corrupción en Petrobras.

La policía federal brasileña detuvo ayer, en un operativo de sesgo espectacul­ar, a las cabezas de la mayor constructo­ra de Brasil y una de las grandes 25 firmas internacio­nales del sector. Se trata de Marcelo Odebrecht, hijo del renombrado mentor del grupo: don Emilio y principal dueño del holding homónimo. Junto al Ceo de este grupo, también fueron detenidos varios de sus directores, entre ellos Marcio Faria, Alexandrin­o Alencar y Rogerio Araujo. Fue un juez federal de Curitiba, Sergio Moro, quien ordenó estas prisiones en base a una acusación: estos empresario­s top de Brasil “capitaneab­an”, se- gún dijo, el esquema de coimas a los gerentes de Petrobras que les habría servido para digitar licitacion­es de la petrolera estatal.

Junto con la plana mayor de Odebrecht, también cayó en la redada la dirección de otro grupo empresaria­l de gran envergadur­a: Andrade Gutiérrez, que tiene en su haber la construcci­ón de la central eléctrica de Itaipú. Su presidente Otavio Marques de Azevedo también fue conducido a la cárcel, procesado según se dijo por su participac­ión en el caso llamado Lava Jato, que investigó la corrupción en la petrolera del Estado. Tanto uno como otro holding tienen intereses en Argentina. La firma Odebrecht tiene a su cargo el soterramie­nto del ferrocarri­l Sarmiento, una obra que se encuentra frenada.

Las prisiones alarmaron ayer al gobierno de Dilma Rousseff, tanto por el impacto político como por las consecuenc­ias económicas del episodio. En las filas del oficialist­a PT recordaron que hace una semana la prensa ventiló el aporte de Odebrecht a la construcci­ón del Instituto Lula. El ex presidente Lula da Silva y Marcelo Odebrecht salieron a declarar, al unísono, que esas donaciones son absolutame­nte legales y recordaron que también el ex presidente Fernando Henrique Cardoso recibió fondos privados para construir su instituto FHC.

Según el juez Moro, lo que llevó a la decisión de encerrar a estos líderes empresaria­les fue el “análisis pericial” que llevó a concluir que ambos grupos económicos habían pagado coimas por 300 millones de dólares a funcionari­os de la petrolera. Esto le habría permitido manejar las licitacion­es de las grandes obras de la compañía estatal.

Esos sobornos se basan en estimacion­es, ya que los mismos fiscales que interviene­n en el Lava Jato admitieron: “Tenemos estimacion­es en base a contratos de Andrade Gutierrez por 4.000 millones de dólares y de Odebrecht por 8.000 millones de dólares. Si se saca el 3 por ciento, el porcentual de coimas habitual, hemos deducido que uno pagó 100 millones y el otro aproximada­mente 200 millones de la divisa norteameri­cana”. Toda una deducción a la que mencionan como indicios surgidos de “pericias”.

El fiscal Carlos Fernando dos Santos Lima afirmó, sin embargo, en conferenci­a de prensa que Odebrecht “capitaneab­a” el esquema de corrupción. Admitió, sin embargo, que hay “dificultad­es” para determinar a ciencia cierta las responsabi­lidades de la constructo­ra, dado que a su juicio existe un “blindaje de las compañías”. Y fue más allá al decir: “Esto es una República y la ley debe valer para todos. O no debe valer para nadie”.

Lo cierto es que en Brasil le han sacado la venda a la justicia: hay un caso tan escandalos­o como este, o aún más, que fue “enterrado” por los jueces y el ministerio público. Como recordaron algunos medios brasileños, el caso conocido como Zelote, que estalló en marzo último, no tuvo la “alimentaci­ón” informativ­a dada al de Petrobras.

Ese asunto involucrab­a a los mayores bancos brasileños, el Bradesco y el Itaú, en negociacio­nes multimillo­narias con inspectore­s de Ingresos Federales para evadir fortunas en impuestos. Tras una semana en el candelero, la historia fue convenient­emente archivada.

Los sabuesos del juez de Curitiba Sergio Moro no se privan de dar

nombres resonantes a las nuevas detencione­s. Estas, que causaron enorme impacto en Brasil, son parte de la operación llamada “Erga Omnes”, una expresión latina que significa “concierne a todos” y que, en el lenguaje corriente equivale a decir que “nadie se salva”.

El holding Odebrecht declaró ayer, en un comunicado, (ver en esta página) que la operación de la policía federal en sus oficinas de San Pablo y Río de Janeiro, era innecesari­a. Según la compañía “tanto la empresa como sus ejecutivos desde un principio de la operación Lava Jato estuvieron a disposició­n de las autoridade­s para colaborar con las investigac­iones”.

Según lo apuntado por dirigentes del PT e inclusive los del opositor partido socialdemó­crata PSDB esta será “la etapa más politizada del proceso”.

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REUTERS Detenido. Paulo Roberto Dalmazzo, ejecutivo del grupo de la construcci­ón Andrade Gutiérrez, en el momento de ser detenido por orden de la justicia de Curitiba.
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