Interpol custodia a los Jinkis
Bonadio no resolvió aún si le otorga la prisión domiciliaria a Hugo, por su edad (70 años) y sus problemas de salud.
Ya lo saben: Hugo y Mariano Jinkis, los empresarios acusados por la Justicia de los Estados Unidos en el escándalo de corrupción en la FIFA, pasarán el fin de semana detenidos en la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal de Villa Lugano, ubicada en avenida General Paz y Madariaga. Allí serán custodiados por Interpol a la espera de que se resuelva dónde serán reubicados hasta que finalice el proceso de extradición a los Estados Unidos, que puede durar hasta seis meses.
Padre e hijo se habían entregado el jueves a la mañana en los tribunales de Comodoro Py, imputados por participar en una red de sobornos y corrupción. La decisión de presentarse an- te la Justicia la tomaron luego de que la Cámara Federal rechazara el pedido de exención de prisión que pretendía que los Jinkis continuaran en libertad mientras se desarrolla el juicio de extradición. Ante esta situación el padre -Hugo Jinkis- solicitó a través de sus abogados (Jorge Anzorreguy, Mariano Castex y Juan José Sforza) el pedido de prisión domiciliaria, debido a su estado de salud y su avanzada edad (tiene 70 años). El juez Claudio Bonadio aún no resolvió la cuestión.
Los dueños de la empresa Full Play Group S.A. (una de las principales participantes en las maniobras de sobornos, según la Justicia de los Estados Unidos) deberán esperar ahora el juicio de extradición. En ese proceso, los empresarios argentinos ya rechazaron ser extraditados. Ahora se abrirá un período para que las partes presenten pruebas. Si Bonadio admite el pedido de los Estados Unidos, los Jinkis podrán apelar ante la Corte Suprema. Luego, si no hay objeción, la cancillería será quien defina si son extraditados.