Giallombardo y la dulce sensación de volver a ser
El piloto de Ford buscará hoy confirmar la pole en el TC. La marca dominó al ocupar los cuatro primeros lugares.
“Esto es como una caricia al corazón y la cabeza y lo valoro como un triunfo...”, le reconoció Mauro Giallombardo a Clarín recostado sobre una de los laterales de su box en en la fresca, climática y deportivamente, jornada del TC en Posadas. Habló así de esa pole provisoria, una conquista que puede ser fugaz y licuarse hoy tras la segunda clasificación (a las 14.05), pero que por estas 24 horas tiene un valor anímico que Giallombardo admitió que no experimentaba en los tiempos en los que “estaba acostumbrado a los buenos resultados y ganar o salir entre los primeros cinco era natural”. Tiempos pasados en la categoría recordando que no triunfa desde el 19 de mayo de 2013.
“Tuve una campaña meteórica y me acostumbré mal y por eso no estaba preparado para el fracaso”, admitió Giallombardo con un elogiable e infrecuente baño de modestia. Recordó aquellos años felices de títulos en TC Mouras (2008), TC Pista (2010) y, especialmente, su coronación de campeón de TC (2012) con sólo 22 años y 31 carreras que elevaron su orgullo a un nivel cercano a la altanería. Como nada es eterno en la vida, llegaron otros tiempos no tan bonitos como 2014, que pasó sin triunfos y encima con polémicas con Omar Martínez, su por entonces director deportivo. Polémicas que derivaron este año en su pase al Maquin Parts y este descenso suyo al mundo real.
“Es muy difícil en la cabeza de un deportista estar preparado para el fracaso. Cuando no ganás comenzás a pensar que es pasajero, pero cuando se repite esa falta de resultados empezás a dudar de vos y a ver fantasmas en todas las cosas. Así tomás malas decisiones”, contó Giallombardo en una espontánea confesión que se pareció a una descarga emocional de quien, con toda razón, se autodefinió como un ”piloto de sentimientos que siempre demuestro y digo lo que siento”. Consecuente con esto agregó que “en esos tiempos de malaria uno se esfuerza más que cuando gana pero no gana. Hacés más y te sale menos. Te desconcertás porque en una curva doblás a la misma velocidad que antes, pero quedás 20° en la clasificación. El automovilismo no es como el tenis, que vos le pegas más fuerte a la pelotita y podés mejorar, Acá acelerás más pero si no te acompaña el auto los resultados no se dan”, contó.
Giallombardo dijo tener “un auto muy contundente” al referirse al que encabezó el poquer de Ford. Fue una resurrección de la marca similar a la propia y que también se dio en el TC Pista con la pole de Luciano Ventricelli.