En las islas empiezan a faltar alimentos y medicinas
Mientras en Atenas y las principales ciudades los jubilados están comenzando a acostumbrarse al humillante rito de realizar largas filas frente a los bancos para cobrar a cuenta gotas su asignación, el control de capitales impuesto por el gobierno empieza a hacerse sentir en las paradisíacas islas griegas. Estas islas, gracias al turismo, generan por sí solas el 17% del PBI del país. La imposibilidad de pagar regularmente a los proveedores locales –y sobre todo a los extranjeros– con cheques, tarjetas de crédito e Internet, está afectando seriamente a los dueños de los hoteles. Ya varias islas del archipiélago de las Cicladas –entre ellas Delos, Paros, Tinos, Mikonos y Santorini, donde actualmente hay muchos extranjeros de vacaciones– ya sufren problemas de aprovisionamiento para ciertas categorías de alimentos, como la carne y los medicamentos. En la base del problema, según la Cámara de Comercio de las Cicladas, está el hecho de que las empresas locales no pueden pagar a los proveedores debido al control de capitales. Inconvenientes análogos se registran en la isla de Creta, donde desde hace algunos días empiezan a verse los estantes vacíos. La baja de las importaciones fue confirmada por la Asociación Panhelénica de Exportadores (PSE), según la cual en las próximas dos semanas las importaciones volverán a bajar un 28% y las exportaciones un 7%. No sólo los hoteleros en las islas, sino también en el resto de Grecia, están muy preocupados por el riesgo de encontrarse sin alimentos ni bebidas, y temen que si el problema no se resuelve pronto se verán obligados a cerrar. La Asociación de las Agencias Turísticas Griegas confirmó que en los últimos cinco días hubo una baja del 30 al 40% en las reservas turísticas. Esto significa que al menos 240.000 reservas esperadas no se concretaron.