Solé: “En Italia me enseñaron a ganar”
El rosarino buscará hoy en Sofía el triunfo que clasifique a la Selección al cuadrangular final de la Liga Mundial.
Debieron pasar casi dos décadas para que la ultracompetitiva Liga de Italia, que en los 80 y parte de los 90 disfrutó de figuras como los históricos Raúl Quiroga, Hugo Conte, Esteban Martínez, Daniel Castellani y Waldo Kantor, entre otros, volviera a tener un argentino campeón. Es que el rosarino Sebastián Solé, que además es uno de los centrales titulares de la Selección, se coronó en esta temporada defendiendo los colores de Trentino y dejó atrás el recuerdo de Juan Carlos Cuminetti (medalla de bronce olímpica en Seúl 88), quien con Treviso había sido el último en festejar un título italiano en la segunda mitad de los 90.
A Solé, quien hoy la tendrá bien difícil ante el ataque búlgaro por la Liga Mundial, se lo nota sereno, como si ese título con Trentino funcionara de bisagra entre lo que fue y lo que es. “Es verdad que al- go cambió. Estoy satisfecho por lo logrado, pero con muchas ganas de volver a ganar. Es muy lindo ser campeón, ¿sabés? Quería obtener algo grosso y la verdad es que en Italia me enseñaron a ganar. Ojalá que no pase mucho tiempo para que pueda festejar algo con la Selección”, dijo a modo de introducción, sentado en un sillón del Grand Hotel Varna. -Los italianos ponen muy alto el valor de la competencia interna. ¿Qué pasó con vos y con Trentino? - La verdad es que se armó un plantel sin aquellos presupuestos fabulosos que la sociedad dispuso en los años en que ganaban seguido. El plan era terminar cuartos o quintos, pero fuimos creciendo de a poco, el búlgaro Kaczynski jugó una Liga bárbara y la química del equipo se armó. El entrenador ruso Stoichev, muy ganador en el club, volvió a Trentino y terminamos ganando de un modo indiscutible. -Muy rápido tuviste que meterte en este ciclo de Julio Velasco con la Selección. ¿Cómo estás con el entrenador y qué esperás del equipo? -Retorné hace pocos partidos, pero la experiencia de Velasco, entre otras cosas, sirvió para darnos un descanso que necesitábamos todos los que volvimos de la competencia en el exterior y habíamos tenido una temporada desgastante. Pero aquí estamos. Hay que defender a muerte esos triunfos que la Selección obtuvo con el “equipo B”, cuando nadie lo esperaba, ante Cu- ba y Canadá, de visitante. No me canso de repetir que por esas dos victorias estamos acá. Por lo tanto, hay que salir a jugar convencidos de que sólo nos hace falta un triunfo para meternos en el cuadrangular final de la próxima semana. Sí o sí hay que ganar un partido. No sé si será el de hoy o el de mañana, pero yo a Buenos Aires no me quiero volver con las manos vacías. -¿Qué sabés de los búlgaros? - Sé algo en general y poco en particular, porque ellos tampoco jugaron muchos partidos con el “equipo A”. Con Skrimov, un punta complicado, me enfrenté en la Liga de Italia. No sabemos si va a jugar Aleksiev, el receptor punta que contrató UPCN San Juan. Son fuertes en saque y en ataque. -¿Recordás algún partido contra ellos? -Sí, justamente ayer estábamos recordando uno con Pablo Crer y es uno en que nos fue muy bien. Un 3-1 en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Y fue un partidazo...