Con Mayer se despidió la última ilusión argentina
Ya piensa en la Copa Davis ante la Serbia de Djokovic. Y bromeó: “Prefiero que ‘Nole’ vaya pero que no juegue”.
Se había ilusionado Leonardo Mayer, 24° favorito, con llegar a la segunda semana de Wimbledon (césped) al igual que el año pasado después de dos buenas actuaciones en sus primeros partidos. Pero en la tercera ronda del torneo que reparte 12.568.000 libras, se topó con la potencia del sudafricano Kevin Anderson (14°), que le puso fin al sueño del correntino, 21° del ranking. El 14° del mundo se impuso por 6-4, 7-6 (7-3) y 6-3 en un partido de dos horas y 15 minutos que dejó al tercer Grand Slam de la temporada sin representantes argentinos.
“Podríamos haber jugado diez sets más que no le ganaba. Me superó ampliamente”, reconoció Mayer, que el jueves ya había anticipado que Anderson sería un adbversario muy difícil. “Voy a tener que ponerme un casco”, había dicho quien se encontró con un rival que marcó la diferencia con su potente saque.
El ganador conectó 22 aces, ganó el 87 por ciento de los puntos que jugó con su primer servicio y sólo entregó tres chances de quiebre. Pero además, desplegó un tenis de alto nivel. “Intenté plantarme en el fondo y responderle algún saque, pero casi no pude. Cuando logré meterla adentro, él resolvió bien la pelota. Lo mismo con la devolución: es fuerte y desde la línea de base parece otro jugador”, analizó quien arrancó muy desconcentrado y se vio rápidamente en desventaja.
Ya en el primer game Anderson consiguió su primer quiebre. Ese break le alcanzó para llevarse el primer parcial.
La clave de un segundo set más parejo estuvo en el tie break, que se le escapó por poco a Mayer. El argentino levantó tres set points, dos con Anderson con el servicio, y sacó con el marcador 6-6, pero perdió el parcial por un error no forzado. Luego, con la ventaja de dos sets, el vencedor selló el resultado en el tercero en el que volvió a imponer el ritmo con el saque.
“Más allá de la derrota me voy con buenas sensaciones porque creo que jugué dos partidos muy buenos. Es una lástima que la temporada de césped sea tan corta porque no podés aprender mucho. Ya se terminó y ahora hay que esperar otro año para volver al pasto”, afirmó quien ya cambió el chip y empezó a pensar en lo que se viene: la serie de los cuartos de final de la Copa Davis ante Serbia que se jugará en dos semanas.
“Va a ser muy complicado realmente. Ellos tienen un buen equipo sin Djokovic y con él, un equipo increíble”, admitió. Y hasta se animó a bromear cuando dijo: “Prefiero que Nole vaya pero que no juegue en Argentina; que vaya de paseo”.