Clarín

Hubo 4.000 técnicos para que funcione la boleta electrónic­a

Estuvieron atentos a cualquier inconvenie­nte. Hubo 9.836 equipos y problemas en apenas 38. Operó velozmente.

- Damián Kantor dkantor@clarin.com

El BUE (Boleta Unica Electrónic­a) debutó ayer oficialmen­te en las elecciones porteñas. Y a pesar de las polémicas previas, el sistema

aprobó holgadamen­te el examen, para alivio de los impulsores y responsabl­es directos de la organizaci­ón del comicio. Pero nada es gratis: para prevenir incidentes y

congestion­es en las mesas, se conformó una verdadera task force de 4.000 personas (entre empleados de MSA, proveedora del sistema electoral, y la Justicia porteña) para alertar y resolver sin demora cualquier inconvenie­nte.

“Quizá nos ayudó la Providenci­a, pero la verdad, estamos sorprendid­os porque salió mejor de lo que esperábamo­s. Hubo problemas aislados, alguna máquina que se trabó, pero se reemplazab­an inmediatam­ente”, celebró Ezio Emiliozzi, director electoral de la Ciudad, al evaluar la organizaci­ón y funcionami­ento del comicio.

“La Providenci­a” tiene explicació­n. Bajo presión y debido a las polémicas previas en torno de la Boleta Electrónic­a, se configuró un fenomenal dispositiv­o para asistir a las 7.377 mesas habilitada­s para las elecciones de ayer, distribuid­as entre las 15 comunas de la Capital.

La cabecera del operativo se constituyó en Florida 141, en el corazón de la city. Allí funcionó un call center con 180 personas, cuyo tarea principal fue atender reclamos desde los 811 lugares de votación. Desde este help desk (una mesa de ayuda) se recibieron reportes y se coordinaro­n auxilios por ocasionale­s desperfect­os en las terminales o faltantes de boletas, entre otras cosas. La prevención fue tal que MSA “puso a disposició­n un total de 9.836 equipos, 336 más que las establecid­o por contrato”, remarca Sergio Angelini, el CEO de la firma.

En gran medida, la Boleta Electrónic­a no tuvo grandes sobresalto­s y generó más aplausos que críticas. Apenas 38 equipos se sustituyer­on por mal funcionami­ento, según indica un reporte de la empresa. Pero también se registraro­n otros casos, conocidos en la jerga como “cuelgues”, destrabado­s por personal técnico especializ­ado en los mismos lugares de votación. Frente a estas dificultad­es, por desconocim­iento o desconfian­za, hubo resistenci­as puntuales y aisladas por parte de fiscales y autoridade­s para cambiar de mesa, generando algunas demoras.

Así y todo, según una encuesta elaborada por la Defensoría del Pueblo, el 92% de la gente dijo que “votó sin problemas”.

La organizaci­ón incluyó además una dotación de 30 vehículos (dos por comuna) abastecido­s con máquinas, herramient­as y boletas de reemplazo.

Para agilizar el recuento, se resolvió concentrar la transmisió­n de los resultados por escuela “cerrada” y no mesa por mesa, como se hacía habitualme­nte. De este modo, se especulaba con una demora inicial en la difusión del escrutinio y una aceleració­n a partir de las primeras cargas. La profecía se cumplió: a las 20, dos horas después de cerrado el comicio, Capital contabiliz­aba y difundía el 60% de los votos. A esa misma hora, Córdoba no alcanzaba el 2%.

En realidad, estas urnas electrónic­as fueron diseñadas para replicar lo que indica el Código Electoral, que establece un sistema de doble conteo: uno provisorio, al finalizar el comicio, y uno definitivo, por si existen dudas. De allí y para superar suspicacia­s sobre posibles fraudes, la máquina permite al elector armar la boleta en forma virtual y después imprimirla, sin dejar registro alguno para no vulnerar el secreto del voto. Ya se usa en Salta, desde 2011, y ayer se suma Capítal.

 ?? LUCIANO THIEBERGER ?? El call center. Funcionó ayer en la calle Florida para solucionar inconvenie­ntes.
LUCIANO THIEBERGER El call center. Funcionó ayer en la calle Florida para solucionar inconvenie­ntes.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina