Las boletas colectoras, una jugada de Beder Herrera
La clave de estas elecciones han sido, sin dudas, el sistema de boletas colectoras implementado por el gobernador Luis Beder Herrera como manera de aumentar la cantidad de candidatos de concejales que traccionaron votos para unos pocos candidatos a intendentes, pero todos en conjunto sumaron para los candidatos a gobernador y vice.
Esto le funcionó muy bien al oficialismo sobre todo en el interior, donde las listas de intendentes y concejales, puestas personalmente por el gobernador, al pulsear entre sí, hicieron que el voto se volcara a los candidatos del FPV, que aquí en todo momento se lo nombró como “justicialismo”, Sergio Casas y Néstor Bosetti. E hizo que los candidatos de la coalición opositora, Fuerza Cívica Riojana, quedaran opacados.
También fue muy importante otra jugada política que hizo Herrera y que fue atraer de nuevo al ám- bito del oficialismo, al intendente del departamento capital, Ricardo Quintela, quien se había convertido en un crítico muy duro de Beder Herrera, sobre todo quejándose de que el gobierno provincial no lo asistía económicamente.
Quintela, que respondía a nivel nacional al ministro Florencio Randazzo, pareció tener algún dato o una fina intuición y volvió a amigarse con Herrera poco antes de que Cristina ungiera a Scioli como único candidato presidencial y que Randazzo pegase el portazo.
El sector del gobernador acusaba al sector de Quintela de haberle dado los votos al radical Julio Martínez lo que posibilitó su triunfo en las PASO previas a las legislativas del 2013. A esto hay que sumar que el aparato oficial es verdaderamente omnipresente en La Rioja. Hay que tener en cuenta que el Estado provincial paga unas 73.000 erogaciones salariales entre empleados y contratados. Además la ANSeS paga la friolera de 180.000 beneficios, entre jubilaciones, pensiones y programas nacionales.