Mingo en un crucero y Maxi con suplente

Corralito

“Dicen que viajando se fortalece el corazón, pues andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior”, reza una vieja canción del rock nacional. Pero el viaje al que nos referiremos es una excepción, pues es difícil olvidar a este viajero. Dicha postal se dio la semana pasada en Grecia: en medio del corralito heleno apareció por esas convulsionadas tierras un visitante muy emparentado al “temita”. A bordo de un crucero que hizo parada en Grecia, se vio a un ex ministro argentino descender en la paradisíaca Katakolon. En pleno lío de corralito, llegó a Grecia Domingo Felipe Cavallo, acompañado de mujer, hija, yerno y nietos. Por suerte para “el Mingo”, nadie lo reconoció para consultarle sobre cómo superar el mal momento de cajeros a cuentagotas. Pero Cavallo no prestó atención y siguió de paseo, disfrutando del Mediterráneo. Bon voyage.

Fiel a Néstor

Otro viaje sucedió la semana pasada y tuvo bastante menos glamour que el de Cavallo cerca de las ruinas de Olimpia. De la mano de Julio Miguel De Vido, una excursión a Caracas, llevó a varios funcionarios a una misión cuyo premio mayor fue ver a Nicolás Maduro: a veces, se hace lo que se puede ... La comidilla del viaje a Venezuela fue la presencia de “el suplente de Máximo”, como ahora dan en llamar a Javier de Urquiza. Este hombre -tal vez el segundo bigote mayor del kirchnerismo luego de Aníbal Domingo Fernándezostenta el cargo de director de Energías Renovables del ministerio de De Vido. Pero todos lo recuerdan por su paso como secretario de Agricultura en los convulsionados tiempos de la Resolución 125. Ahora De Urquiza vuelve a “las grandes ligas” y va como diputado suplente de Máximo en Santa Cruz. ¿Cómo llegó allí? Por la gestión del hijo de Néstor y Cristina, quien ante pocos antes del cierre de listas dijo en Río Gallegos: “Javier acompañó a mi viejo en las difíciles. Y ahora me va acompañar a mí”. Durante el vuelo de regreso, alguien recordó que este regreso tiene un antecedente concreto: De Urquiza fue compañero de colegio de Néstor Kirchner. ¿Vuelve el Nestorismo?

Cris, Cris, Cristina

Tal vez algunos añoren los modos de Néstor Carlos Kirchner, quien se manejaba de otro modo con sus funcionarios y dirigentes: alguno recibió un cachetazo pero después, el ex Presidente llamaba y componía las cosas. Cristina en cambio, juega de otro modo; bastan un par de ejemplos. Sergio Alejandro Berni es el secretario

de Seguridad y el “hombre de acción” de ese rubro. Pero La Presidenta sabe cómo mandarle a veces el mensaje: lo convoca y lo hace esperar, mientras recibe a la ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez, en los hechos la jefa de Berni. Otro suceso fue poco antes de la eyección de César Milani del

Ejército. Mientras se prepara el traslado del sable corvo de San Martín, la Presidenta lo llamó al ministro de Defensa, interesada por el tema. Al saber que Agustín Rossi no había hablado del asunto con Milani, le soltó: “¿Lo vas a llamar y se lo pedís? ¿O querés que lo arregle con el próximo ministro?”. Rápidamente, el santafesino se comunicó con el militar y a los pocos días, el sable corvo llegó al Museo Histórico Nacional.