Más ecos de la caída en la final con Chile
La definición por penales no es una lotería. Es parte del juego y como tal hay que saber preverlos, patearlos y atajarlos. Sacar de la cancha al Kun Agüero y a Pastore y dejarlo a Tevez en el banco en la final frente a Chile es una falta de previsibilidad para una lógica o anunciada definición por penales.
Ya lo demostró Alemania en el Mundial 2006 con la famosa “servilleta” que tenía el arquero anticipándole el lugar hacia donde pateaban sus rivales.
Atajarlos también es pericia como ocurrió con Goycochea en Italia 90. Si algo no es este tipo de definición es suerte, porque ésta no viene sola: hay que trabajarla y acompañarla.
Damián P. Martínez damianargentina42@hotmail.com
A raíz de la pérdida de la final de la Copa América hay un grupo de gente que se está haciendo un festín con esta derrota, después nos preguntamos por qué no nos quieren en ningún lado. Es fácil, por soberbios,
No defiendo el juego, ni al técnico ni a los jugadores, cada uno de ellos son grandes y tienen suficientes méritos en su carreras como para defenderse solos, lo único que no les “perdono” es haberse sacado la medalla del segundo puesto.
Acá creo que está el mayor error que podemos cometer, creer que el segundo no vale. ¿Ese es el ejemplo para los chicos? ¿Si trae un 9 y otro sacó un 10, lo castigamos? ¿Si se reciben en la facultad, nos fijamos en que puesto quedó por promedio, o estamos felices con que el logro obtenido?
¿Cómo podemos ser tan necios y no darnos cuenta de que ser segundo en cualquier cosa que hagamos en al vida es un muy buen resultado. ¿O cada uno que los critica y los ofende es primero en su actividad? Por supuesto que a mí también me gusta mucho más el Messi del Barcelona que el de la Selección, pero no tengo ninguna duda que a él también le gusta más el otro que éste, pero no le sale, no puede, sólo él sabe lo que siente.
Néstor Giacobino nestor.giacobino@limansky.com
Le damos trascendental importancia a un partido de fútbol, nos enfadamos porque Messi (el mejor jugador del mundo) no mete un gol en la final de la Copa América. Terminado el partido, leí a mucha gente vía redes sociales exacerbada por el resultado.
Qué “bueno” y racional sería indignarse de la misma forma con la noticia de la familia de Chaco, que reparte un huevo duro entre siete niños. No es una cuestión meramente política, creo que es más bien un problema educacional y de valores propios ... una realidad que duele, somos indiferentes al dolor y a la carencia ajena.
Sofia Ruggeri
sofiaruggeri@outlook.com