Afirman que los padres “viejos” son más felices que los jóvenes
“Con la paternidad se aprende a valorar la belleza básica de una familia, que es ver a tus hijos crecer y evolucionar. Esa es la cosa más hermosa que se puede experimentar”. Con esta frase, dicha en una entrevista a la revista People, el actor Brad Pitt (51) resumió el cambio que sintió al ser padre, en 2005, cuando ya había pasado la barrera de los 40 años. Y de algún modo confirmó la teoría que acaba de arrojar un nuevo estudio del Instituto Max Planck para la Investigación Demográfica en la ciudad alemana de Rostock: los padres con más años son más felices que los más jóvenes.
De acuerdo con los investigadores, que han analizado datos de 7.000 personas, los padres de más de 34 años registran un mayor índice de satisfacción antes del nacimiento de su hijo, así como en su primer año de vida. Ese nivel de satisfacción incluso es superior cuando los hijos tienen entre 10 y 18 años.
Sin embargo, en los padres de entre 18 y 22 años baja el nivel de satisfacción antes del nacimiento del hijo y se incrementa su primer año de vida, así como cuando el pequeño va creciendo, pero sin llegar a superar el nivel inicial de los primeros 12 meses del pequeño. Este efecto se puede observar también en padres de entre 23 y 34 años, aunque no de una forma tan marcada.
Los investigadores en Rostock y en la universidad Western Ontario (Canadá) consideran que el número de hijos por familia también es un factor determinante.
Mientras el gozo de los padres en el primer o segundo hijo se mantiene en un nivel similar, el nacimiento de un tercero no tiene ninguna incidencia positiva. Parece más bien que tuviese un efecto negativo, aunque desde el punto de vista estadístico esa reducción no es significativa, detallaron los investigadores.
La mayor alegría de los padres con más edad y la satisfacción menguante en el tercer hijo coincide “de forma extraordinariamente sorprendente” con el patrón de nacimientos experimentado en los últimos años en los países industrializados, en los que existe una tendencia a formar familia tarde y cada vez son menos las familias de tres, cuatro o cinco hijos.
Para los investigadores alemanes existe además otra explicación: “Quien ve que en otros aumenta la satisfacción si forma una familia en una fase más tardía de la vida con mayor seguridad social y financiera y no tiene más de uno o dos hijos, se comporta de modo similar”, señaló.