“Siempre fui una cantante solitaria”
La artista, que estrena su primer disco de estudio,e habla de su vida nómaden y de su pasión porp la música negra.
SuS primer contacto con el blues fuefu en Harlem, mientras estudiaba canto en la prestigiosa Escuelacu Julliard, de Nueva York, de donded fue expulsada tres veces por faltas de conducta. “Era una adolescente rebelde y bastante solitaria”, recuerda Cristina Aguayo, una de las voces principales de la música negra en el país. Una artista que, además de tener una meritoria carrera como cantante, es una de las docentes más reconocidas. De sus talleres surgieron, por ejemplo, las Blacanblus.
Pero que recién ahora, después de bastante andar, presentará, el jueves, su primer disco en estudio, Water Me. “Los ocho discos anteriores siempre los grabé en vivo”, explica, y sigue: “Fue un proyecto que me llevó un año y medio concretar. Lo produje con Matías Parisi; un apoyo decisivo. Grabamos una veintena de temas, y finalmente quedaron 12, elegidos por su fuerza y especial vibración. El disco me dio mucho trabajo; viajar día por medio de Open Door, donde vivo, hasta el estudio Léxico, en Ituzaingó fue extenuante. Terminé con una neumonía”, dice.
Aguayo se define como una nómade. “Me fui muy chica de la Argentina; viví en Nueva York y en Georgia, en los Estados Unidos, luego viajé a París (donde conoció a Julio Cortázar), de ahí a Londres, donde me casé con un diplomático, y nos fuimos a vivir a Nairobi, en Kenia. Allí recibí de primera mano el canto de trabajo y la musicalidad negra. Los cuatro años que estuve
allí fueron clave para mi música”, resume la cantante, que tras su paso por Africa, regresó a Europa. Francia y Alemania fueron sus destinos, siempre haciendo blues. “Una vez, en París, subí a tocar con Memphis Slim, de caradura. Fue una experiencia inolvidable”, cuenta la cantante.
Entre viajes y más viajes, grabó por primera vez en 1971, cuando participó, a instancias de Juan Carlos Cuacci, de La misa de los
jóvenes, editado por Trova. Un trabajo en el que aparece con el seudónimo Cris Marian. Recién en 1978, con el disco Cristina Agua
yo Blues Band, comenzó a utilizar su verdadero nombre. “Siempre fui una cantante solitaria, con mi guitarra. Quizás por eso no grabé más; siempre estuve más interesada en la expresividad y en el sentimiento que ponía en mi música”, agrega la artista, cuyo trabajo respira esa autenticidad que trasunta en la entrevista.
Water Me tiene tres temas originales y una serie de clásicos como St. James Infirmary, el maravilloso Nobody Knows You When You’re Down and Out, cuya versión tiene más reminiscencias a la de Derek and The Dominos (grupo liderado por Eric Clapton y Duane Allman) que a la de Billie Holiday, quien hizo famoso el tema; un Black & Blues con un sonido gypsy swing gracias a la guitarra de Ricardo Pellican, y el infaltable Sweet Home Chicago, interpretado con una enorme convicción.
“El disco tiene un sonido abierto, hay caños y arreglos que trascienden los tres tonos”, señala Aguayo, que reparte su tiempo entre la música negra, la docencia y los caballos. “Por eso vivo en el campo, para tener caballos. Son imprescindibles para mí; crío y hago equitación. La energía que me transmiten es enorme; son la garantía de mi espíritu”, concluye.