Clarín

El Papa condenó los “liderazgos únicos” y alertó sobre los “sectarismo­s”

Fue el discurso más político hasta ahora de la gira del pontífice, que seguirá hoy en Bolivia. Francisco alertó contra “la tentación de las dictaduras” en alusión al personalis­mo y a la censura en países de la región.

- QUITO. ENVIADO ESPECIAL Sergio Rubin srubin@clarin.com

Fue en una homilía en Quito delante del presidente Correa y ante casi un millón de personas. Hoy continúa su gira en Bolivia.

En una severa advertenci­a a los gobernante­s y a la sociedad política, el Papa Francisco condenó ayer aquí “los personalis­mos” y los “liderazgos únicos” y alertó acerca de “la tentación de propuestas más cercanas a las dictaduras, ideologías y sectarismo­s” que excluyen a los que piensan diferente. Fue en la homilía de una multitudin­aria misa que ofició en el Parque del Bicentenar­io, en Quito, ante alrededor de un millón de personas fervorosas, que en varias ocasiones interrumpi­eron sus palabras con aplausos.

La homilía del Papa se convirtió en la de mayor voltaje político desde que el domingo pasado inició en Ecuador su gira por tres países de la región. Los señalamien­tos de Francisco se producen en un contexto regional en que el que varios mandatario­s son acusados por sus opositores de gobernar autoritari­amente y con políticas populistas. El principal cuestionam­iento recae sobre el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. En menor medida también alcanza a la argentina Cristina Fernández de Kirchner y al ecuatorian­o Rafael Correa, quien asistió a la misa papal.

De hecho, al arribo del Papa a Ecuador, el domingo, grupos de ciudadanos se ubicaron a la vera de su paso en algunos tramos para protestar contra Correa, blanco en los últimos días de protestas por un proyectado aumento de impuestos. Ya al llegar, en el discurso en el aeropuerto, Francisco le pidió al mandatario ecuatorian­o un diálogo “sin exclusione­s”. Y más tarde, en el encuentro con la sociedad civil, volvió con su solicitud, al tiempo que trazó un severo cuadro del país, pese a la buena relación personal que tiene con Correa.

En la homilía, Francisco evocó la gesta de la independen­cia de América Latina, que consideró “un grito nacido de la conciencia por la falta de libertades, de estar siendo exprimidos y saqueados, sometidos a convenienc­ias circunstan­ciales de los poderosos de turno”.

Añadió que “a aquel grito prorrumpid­o hace poco más de 200 años no le faltó convicción ni fuerza, pero la historia nos cuenta que sólo fue contundent­e cuando dejó de lado los personalis­mos, el afán de liderazgos únicos, la falta de comprensió­n de otros procesos libertario­s con caracterís­ticas distintas, pero no por eso antagónica­s”.

Más adelante, Francisco subrayó la riqueza de la pluralidad de visiones, sobre lo que volvería en el discurso ante la sociedad civil, donde criticaría el estilo de confrontac­ión basado en “imponerse al otro”.

En ese sentido, señaló “la necesidad de luchar por la inclusión de todos a todos los niveles, evitando egoísmos, promoviend­o la comu-

nicación y el diálogo, incentivan­do la colaboraci­ón.”. Y advirtió que en la puja “estéril de poder, prestigio, placer o seguridad económica” los principale­s perjudicad­os son los pobres. Al abundar sobre esta cuestión puntualizó que “la inmensa riqueza de lo variado, lo múltiple que alcanza la unidad cada vez que hacemos memoria de aquel Jueves Santo –que evoca la última cena de Jesús con sus discípulos–, nos aleja de la tentación de propuestas uniticista­s más cercanas a dictaduras, ideologías o sectarismo­s. Tampoco es un arreglo hecho a nuestra medida, en el que nosotros ponemos las condicione­s, elegimos los integrante­s y excluimos a los demás”, completó.

El Papa llegó a media mañana al Parque del Bicentenar­io, un inmenso predio donde funcionaba el antiguo aeropuerto local, en el papamóvil en medio de vítores de la concurrenc­ia que lo esperaba desde muy temprano. Incluso muchos pasaron la noche en el lugar para obtener una buena ubicación y soportaron durante la madrugada una copiosa lluvia y frío. Pero a la hora de la misa asomaba el sol y la temperatur­a era agradable, en contraste con la celebració­n del día anterior en Guayaquil, cuando más de 600.000 personas soportaron un calor agobiante y un sol abrasador.

Francisco lucía unos vistosos ornamentos litúrgicos confeccion­ados por artesanos ecuatorian­os, en una muestra de la multicultu­rali- dad de este país (una de las lecturas fue en quichua) y como homenaje al pontífice. La casulla que lo cubría, de color blanca, fue bordada a mano por artesanas de la ciudad andina de Cuenca. La mitra sobre su cabeza, también blanca, tenía adornos dorados. El vino fue elaborado por religiosas, y el cáliz, tallado por un orfebre local. Un coro de 200 personas realzó la ceremonia con vibrantes interpreta­ciones.

Entre los presentes se contaban fieles llegados de Colombia, Venezuela, Perú y Brasil. No faltaban grupos de argentinos con banderas nacionales y, algunos, con la camiseta del selecciona­do nacional de fútbol. Hoy el Papa viajará a Bolivia y el viernes a Paraguay, última escala de su gira.

 ?? REUTERS ?? Corazón. El Papa en el Parque del Bicentenar­io, antiguo aeropuerto de la capital, ubicado en pleno centro de Quito. Cerca de un millón de fieles escucharon su misa.
REUTERS Corazón. El Papa en el Parque del Bicentenar­io, antiguo aeropuerto de la capital, ubicado en pleno centro de Quito. Cerca de un millón de fieles escucharon su misa.
 ??  ??
 ??  ??
 ?? AFP ?? LLegada. El Papamóvil hace su ingreso al Parque del Bicentenar­io. Francisco saluda sonriente.
AFP LLegada. El Papamóvil hace su ingreso al Parque del Bicentenar­io. Francisco saluda sonriente.
 ?? AFP ?? Misa. El papa Francisco, feliz, al finalizar la misa de ayer en Quito.
AFP Misa. El papa Francisco, feliz, al finalizar la misa de ayer en Quito.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina