Un nuevo plan en la Provincia ya evitó que repitan casi 100 mil jóvenes
Permiten que los alumnos con tres previas tengan una última chance antes de recursar todo el año. También son más flexibles con las inasistencias.
El nivel de repitencia en el sistema secundario bonaerense alcanzó un pico a fines de 2010: en ese período, el 14,6% del total de alumnos de ese nivel no pasaba de año. Incluso, en la primera etapa de la escuela media, las estadísticas detectaron un 20% de “repetidores”. O sea, uno de cada 5 adolescentes no pasaba del segundo al tercer año.
Entonces, las autoridades educativas resolvieron aplicar cambios al régimen de enseñanza: incorporaron la “tercera oportunidad”, una nueva mesa de examen para quienes debían tres materias y estaban a punto de recursar. Para esos alumnos, se habilitó una nueva chance a fines de marzo con una condición: que se hubieran presentado a rendir en diciembre y en febrero. El mecanismo permite a los interesados elegir una de las asignaturas pendientes. Si aprueba, promueve al siguiente ciclo; si no obtiene la nota exigida, sigue en el mismo año.
En paralelo, se puso en marcha otra reforma. La Dirección de Escuelas modificó el mecanismo de regularidad por inasistencias: los alumnos que superan las 25 faltas en el año ya no están obligados a rendir “libres” todas las asignaturas. Es decir, se estableció un sistema de “análisis de inasisten- cias” materia por materia. Quienes completen el cupo máximo de ausencias tendrán la posibilidad de aprobar en examen final sólo las materias en las que –efectivamente– hayan estado ausentes en más del 15% de las clases.
Según explicó ayer la directora de Enseñanza Media de provincia, Claudia Brachi, estas medidas reglamentarias permitieron que 45 mil alumnos en 2013 y 50 mil el año pasado no tuvieran que repetir el ciclo lectivo. “A estas decisiones las acompañamos con medidas pedagógicas, como los planes de acompañamiento, las clases de apoyo y las horas extras explicativas, para reforzar los conocimientos en las materias más complejas”, aclaró la funcionaria. “Buscamos que los chicos aprendan más para que el recorrido educativo sea mejor y puedan terminar el ciclo medio. Así, más jóvenes llegan al 6to año. Los estudiantes están en la escuela pero además aprenden más”, de acuerdo con los argumentos de Brachi.
Los registros estadísticos completos para determinar el impacto de estas decisiones todavía no fueron procesados.
No obstante, las deficiencias del sistema de enseñanza media repercuten en los estudios superiores. “También vemos en las universidades un proceso similar al del nivel medio: el 80% de quienes logran avanzar hasta los años superiores de las carreras logran su graduación. La pérdida sustancial de estudiantes (o al menos su regularidad) se verifica entre el primer y segundo año de las carreras”, dijo a Clarín el rector de la Universidad del Noroeste de Buenos Aires (UNNOBA), Guillermo Tamarit.
El rector admitió que la falta de eficacia tiene un alto costo en cada estudiante “pero también en la sociedad, que debe proveer de educación durante más tiempo que el plazo previsto para la graduación”. Además “pierde por otro lado, los aportes que deben hacer a la sociedad, quienes permanecen por más tiempo en el sistema educativo”, concluyó Tamarit.
La repitencia tiene mayor incidencia en la escuela pública que en la privada. Es casi cuatro veces más alto en los establecimientos estatales: 14,6, contra 3,9 de los estudiantes de institutos particulares.