Clarín

Lousteau alistó a su tropa para el balotaje y redobló sus ataques al PRO

Buscó polemizar con Macri y Michetti. Dijo que le faltaron el respeto al cuestionar­lo por no bajarse.

- Marcelo Helfgot mhelfgot@clarin.com

“¿Por qué tienen miedo?”, preguntó Graciela Ocaña, apuntando al PRO, al adjudicarl­e una serie de maniobras para perjudicar a Martín Lousteau por ir al balotaje. Fue a los postres del almuerzo que convocó el candidato de ECO con los 7 legislador­es y 26 comuneros electos (mayoría de la UCR y la Coalición Cívica), para cerrar filas.

La “Hormiguita”, cuya fidelidad tras perder las PASO se había puesto en duda, llegó demorada y gritando: “Tenés que ser jefe de Gobierno, Martín, me pasé una hora y media en la autopista”. Por eso tuvo el raro privilegio de cerrar el acto, en un escenario digno de una película de Fellini en blanco y negro. Un puñado de almas apiñadas en el reservado de una antigua confitería de Villa Devoto (el Bar de Cao), mayoría sub 45, poniendo en vilo a legiones de antikirchn­eristas furiosos que claman por el renunciami­ento de Lousteau, para blindar a Mauricio Macri, y a legiones de cristinist­as pendientes de que siga en carrera, para tapar la eliminació­n de Mariano Recalde.

Hasta hubo una pincelada de comedia, relacionad­a con el presidente de Aerolíneas: a los comensales se le ofrecía pasta o pollo, como en los aviones.

Luego de la presentaci­ón de cada soldado de su tropa, el ex ministro K adoptó un tono de arenga y le achacó a sus rivales la negativa a dar un debate público, de incitar al voto en blanco en beneficio propio y una virtual participac­ión en las operacione­s para que se baje de la segunda vuelta. “Les molesta que por primera vez en ocho años exista una alternanci­a posible en la Ciudad”, afirmó.

Con todo, la novedad fue que los dardos excedieron a su competidor, Horacio Rodríguez Larreta, y por primera vez se trenzó con los integrante­s de la fórmula presidenci­al del PRO. Lousteau acusó a Mauricio Macri y Gabriela Michetti –a quien suele considerar su “amiga”–, de “falta de respeto”, por haber declarado el martes a la noche, en TN, que no sabe trabajar en equipo y que se pone “delante de cualquier construcci­ón”.

Sospecha que los integrante­s de la fórmula de Cambiemos que más mide intentan la complicida­d de dirigentes aliados y hasta de votantes del frente ECO para frenar su ímpetu de confrontac­ión.

El propio Lousteau recibió ayer dos señales alarmas. Ocaña advirtió que en la marcha del martes por la independen­cia de la Justicia recibió reiterados pedidos para que “le diga a Martín que se baje”. Y Lilita Carrió, apenas dejó el sanatorio donde pasó dos noches internada por una descompens­ación, volvió a sugerirle a sus seguidores de la Coalición Cívica (que incluyen al candidato a vice, Fernando Sánchez) que bajen el tono. Doble mensaje sobre las ansiedades de sectores anti K para evitar una erosión de Macri.

Con todo, el candidato de ECO anduvo por el filo de su propuesta de debatir “sin agredir”. Su plan para dejar atrás la polémica por su participac­ión en el balotaje, pese a haber quedado veinte puntos abajo, radica en que se destaquen sus mensajes. Ayer, el que más insistió en que puede ganarle a Larreta fue el socialista Roy Cortina, legislador electo. Uno que ya ostenta el cargo, Juan Nosiglia (hijo del “Coti”), comentó: “Si no querían lío, hubieran unificado la elección”.

 ?? DIEGO DIAZ ?? Villa Devoto. Lousteau baja línea ayer en el Bar de Cao, junto a Cortina (a su der.) y Nosiglia (izq.).
DIEGO DIAZ Villa Devoto. Lousteau baja línea ayer en el Bar de Cao, junto a Cortina (a su der.) y Nosiglia (izq.).

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