MASCHERANO.
Su representante había dicho: “Quizás necesita descansar un poco”. El volante lo desmintió con una carta en Twitter.
Desmintió su alejamiento de la Selección: “Cuando decida algo lo haré saber”.
“Cualquier cosa que se esté especulando o diciendo en cuanto a mi continuidad en La Selección Argentina es mentira”. Así de contundente fue Javier Mascherano en el primer párrafo de su carta publicada en su cuenta de Twitter para desmentir a su propio representante, Walter Tamer, quien ayer al mediodía había dicho en un programa radial que el volante del Barcelona “no se siente capaz de cambiar las cosas que hay que modificar. Quizá necesita descansar un poco”.
Aunque su discurso tras la final perdida por penales ante Chile en la Copa América había sido con olor a despedida, ayer Masche fue muy claro: “Sería muy egoísta de mi parte estar pensando después del duro golpe de haber perdido una nueva final. Como siempre ha sido en mi carrera, cuando tenga algo que decir, si es que tengo algo que decir, lo haré yo y a quien tenga que saberlo. Cualquier otra persona que hable en mi nombre no tiene que ser tenida en cuenta”.
Su representante, más temprano, había dicho todo lo contrario por radio Güemes: “El muchas veces dijo que estaba cansado, pero yo siento que esta vez es diferente. Influyó mucho lo de Messi, las críticas que recibió Leo. El lo quiere mucho y lo vio muy mal después de perder la Copa”. Y para explicar cómo es la personalidad y la forma de ser de su representado, dio un ejemplo: “Javier es un tipo que si vos vas manejando y te equivocás de calle, él se echa la culpa a sí mismo por no haberte avisado”.
Muy fuerte había sido la autocrítica de El Jefe el domingo tras la caída en Santiago cuando se sintió uno de los mayores culpables de esa frustración. “No sé explicarlo, quizá soy yo”, había expresado con el dolor a flor de piel. Y agregó ese día: “No puedo pensar en el futuro. No es momento de decir nada. Nos tenemos que ir de vacaciones y dejar que la cicatriz vaya cerrando y en su momento veremos qué es lo que pasa. Son golpes demasiados duros. Son golpes y en la cabeza te da vuelta, doy un paso al costado y que venga otro. Pero no es momento de tomar una decisión. Hay que sufrir y después habrá tiempo para pensar”.
En el tramo final de su carta ayer Mascherano volvió a ser muy duro con Tamer: “Me hubiese gustado no tener que salir a desmentir nada, pero me siento en la obligación de hacerlo para que no haya ningún tipo de confusión”.