Más problemas para estacionar: ahora faltan cospeles para los parquímetros
Los quiosqueros dicen que reciben muy pocas fichas y la gente, que las tickeadoras andan mal y no aceptan todas las monedas de uso corriente.
A los habituales problemas para estacionar ante la falta de espacio en la calle, la ausencia de playas públicas y los constantes aumentos de los garajes, ahora se le sumó uno nuevo: conseguir fichas para las tickeadoras se convirtió en una
verdadera odisea. Hay pocos quioscos que las venden y suelen agotarse rápidamente. Además, según los usuarios, en muchos casos las máquinas funcionan mal y encima no aceptan todas las monedas de curso legal.
En algunas zonas del Microcentro y barrios como Monserrat, San Telmo, Recoleta y Palermo, donde funciona el sistema de estacionamiento medido, es habitual ver automovilistas desesperados reco
rriendo quioscos habilitados para vender los cospeles, que se volvieron aún más codiciados desde que hace un año la hora se fue a $ 3 (antes estaba $ 1,40, y este año el Gobierno porteño un amparo frenó una nueva suba que llevaba a $ 4 la hora).
Según le contaron a Clarín quiosqueros de la zona, hay solo un local por cuadra habilitado para vender las fichas. Además, los dueños de estos comercios explicaron que se les distribuyen 1.000 fichas día por medio, es decir, una semana lo hacen lunes miércoles y viernes, y la siguiente martes y jueves. “Son muy pocas y las vendo todas en
una hora”, se quejó un trabajador de un quiosco ubicado en Balcarce y Belgrano. Dividiendo el total de cospeles que recibe en el día por la hora en que agota la venta, da que se desprende de casi 17 fichas por minuto.
Por otro lado, las quejas pasan por las máquinas. “No aceptan monedas de 10 y 25 centavos, y tam
poco las de 2 pesos, por lo que sólo admite las de un peso y a veces las de 50 centavos”, contó una mujer mientras buscaba en su cartera 12 monedas para dejar el auto estacionado cuatro horas.
El problema de la falta de cospeles hace que muchas veces los automovilistas dejen el auto igual en infracción, con el riesgo de que se los lleve la grúa. “Es un negocio de
la empresas. No entregan cospeles, no renuevan las máquinas y terminan levantando más autos...”, dijo José Filomeno quien trabaja en la zona del Abasto y sufre el problema a diario. Como las mismas empresas que reparten las fichas están a cargo del acarreo, el faltante suma sospechas a un sistema que está en el centro de la polémica.
El servicio de estacionamiento medido lo manejan en la Ciudad dos empresas: Dakota-STO y BRDSEC. Si bien tienen los contratos vencidos desde 2001, la nueva licitación se viene postergando y recién en dos semanas se abrirán los sobres para conocer los oferentes. Las compañías aseguran que pierden plata pero según datos oficiales pagan apenas $ 30.000 de canon
mensual y pueden llegar recaudar más de $ 3.000.000 mensuales. Encima la Ciudad les paga el sueldo a los empleados. “Dakota S.A y BRD seguirán ganando fortunas. Durante el primer trimestre de este año, cada una se llevó alrededor de $ 11 millones. Y desde el comienzo de la gestión del PRO, estas empresas ya llevan recaudados más de $ 186 millones”, aseguró Eduardo Epszteyn, auditor General de la Ciudad.
Desde el Ente Regulador de Servicios Públicos de la Ciudad le explicaron a Clarín: “Si bien detectamos un faltante de cospeles, no hay una sanción contemplada para esta situación. Más que pedirles a las empresas la urgente reposición de fichas no podemos hacer”. Explicaron además que el problema se genera porque “al estar vencidos los contratos, hay cuestiones que no están contempladas. Es una anomalía grave que la gente no tenga fichas”.
La nueva licitación del sistema de estacionamiento regulado tiene dos caras. Por un lado, va a permitir regularizar la situación actual, porque desde 2001 las empresas a cargo del acarreo tienen vencidos sus contratos. Pero al mismo tiempo, con el nuevo sistema habrá que pagar para estacionar en el 45% de las 24.437 cuadras que hay en la Ciudad, cuando en la actualidad sólo hay 8.000 lugares de estacionamiento medido.
El nuevo sistema de parquímetros, dijeron desde el Gobierno porteño, funcionará de lunes a viernes de 8 a 20 y los sábados de 9 a 13. Se podrá pagar a través de teléfonos celulares y con tarjetas de crédito y débito.
Las tarifas, que aún no fueron definidas, serán diferenciadas: la mayoría de las cuadras contarán con tarifa simple, pero en otras irá aumentando por cada hora que se deje estacionado el vehículo, mediante un sistema de tarifas progresivas. En las avenidas y centros barriales se implementará la Progresiva 1 y los residentes pagarán la mitad, y en las calles aledañas a esas zonas se aplicará la Progresiva 2, más barata y con estacionamiento gratuito para los vecinos. Además, desde la Subsecretaría de Transporte le adelantaron a Clarín que, para un mayor control, “las grúas van a sacar fotos a los vehículos y a filmar todo el acarreo”.