Fanática de la obra de Bertolt Brecht
“Un poco en broma, Eduardo Bergara Leumann dijo que yo era la viuda de Brecht. En realidad, creo que lo que hago es aprovecharme de su inmensa obra. Desde ese viaje, a mediados de los ‘50, nunca dejé de hacer algo de Brecht”, contaba Cipe, en una de sus últimas entrevistas, acerca de su vínculo con el dramaturgo alemán. La primera versión de Madre
coraje y sus hijos en la que actuó Lincovsky fue en 1953. Ese primer encuentro la marcó para el resto de su carrera. Durante su primer viaje a Europa asistió como espectadora a varias obras del alemán. Y en 1961, Hellene Weigel, la esposa de Brecht (1898-1956), la invitó al Berliner Ensemble en la ex RDA. Allí Cipe se presentó como solista. También lo hicieron Gérad Phillip y Marcel Marceau. “Toda la intelectualidad de Berlín vino a vernos -recordó sobre aquella función-. Actuaba en primer término y estaba muerta de miedo. Pero cuando escuché que el recital empezaba con El choclo, me tranquilicé. Al terminar mi trabajo, la mujer de Brecht vino a agradecerme y nos largamos a llorar juntas”. Desde ese momento, Cipe tuvo un contacto asiduo con Weigel, hasta su muerte en 1971.
La argentina estrenó varias obras del autor de Galileo, Galilei. El último en esa línea fue Cipe dice a Brecht, espectáculo donde reunía monólogos, canciones, fragmentos de piezas dramáticas y anécdotas privadas que Weigel le contó acerca del dramaturgo. “Brecht te hace dudar, pensar y buscar soluciones poéticas. Todavía recuerdo la sorpresa cuando descubrí ese teatro en los ‘50 que hablaba de las cosas que nosotros queríamos decir”.
Cipe dice a Brecht fue una obra que rodó por varios escenarios internacionales y participó en 18 festivales de teatro. Terminó presentándose, en 2006, en el Centro Cultural de la Cooperación, frente al teatro San Martín.