Presionado, Cameron recibirá más refugiados en Gran Bretaña
Una ola espontánea de solidaridad de la población británica, que hasta llevó en bicicletas y automóviles víveres y ropa a los inmigrantes que esperan en Calais poder atravesar el túnel del Canal de la Mancha para pedir asilo en Gran Bretaña y no se lo permiten, forzó al primer ministro David Cameron a admitir que, finalmente, va a aceptar más refugiados. Extraoficialmente, unos 4.000. Para justificar esta pequeña cifra dijo que el reino actuará con “nuestra cabeza y nuestro corazón” e insistió en que los “inmigrantes económicos” serán devueltos a sus países de origen.
Desde Lisboa y antes de llegar a España, con quienes pretende construir un bloque anti cuota obligatoria migratoria para la Unión Europea auspiciada por Alemania y Francia, el premier británico confirmó que tomará “miles” de refugiados de los campos de Jordania, Turquía y Líbano. Pretende no dar asilo a los refugiados que ya están en Europa y esperan poder entrar desde Calais o Grecia.
Bajo duras críticas de las fuerzas políticas británicas por su falta de solidaridad, Cameron defendió la respuesta de su gobierno conservador asegurando que “ningún país de Europa ha hecho más para aliviar las condiciones en y alrededor de Siria”, donde 220.000 personas murieron en la guerra civil y 11 millones fueron desplazadas. Su teoría es que dar asilo a los que ya están en Europa sólo incentivará a que vengan más.
Con Europa conmovida finalmente por la peor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial por el impacto de la foto de Aylan Kurdi, el chiquito kurdo ahogado en una playa turca cuando trataba de llegar junto a su familia a Grecia, la movilización ahora es de la sociedad civil. Se ha despertado y se ha lanzado a apoyar a los refugiados con campañas en las redes sociales para forzar a sus gobiernos a actuar con celeridad y generosidad.
El alto comisionado de refugiados de la ONU (ACNUR) Adolfo Guterres instó a Cameron a ser parte de un esquema de la UE. “Ningún país puede hacer esto solo y ningún país puede rechazar formar parte. Es un momento definitorio para Europa”, dijo.
En Calais, 100 inmigrantes sirios, sudaneses y eritreos del campo de refugiados de La Jungla iniciaron una huelga de hambre y marcharon a la ciudad, al grito de “Libertad” y “Libre circulación”. Exigen que, con la caída del acta de Dublín que lo regula, puedan reclamar asilo político en Gran Bretaña, sin necesidad de arriesgar sus vidas cada noche en el túnel.
Los británicos decidieron tomar en sus manos lo que su gobierno no quiere hacer. En Bristol, en Londres, en Gales, en Birmingham, en Escocia, la gente comenzó a organizarse para recoger donaciones de comida, de abrigo, carpas, catres, edredones, zapatos, medias y re- medios para llevar a Calais. También agua, leche y pañales porque hay niños y bebés en La Jungla.
Hoy Cameron siente la enorme presión de que sea su gente la que ha decidido hacerse cargo de los refugiados, ofreciendo casas, habitaciones, rentas más bajas, clases de inglés, e intimando al premier a recibir al menos a 3.000 menores que llegan solos a Europa. Hasta ahora Cameron resiste pero el resto de Europa lo señala y lo acusa.