Castellano, protagonista de un choque a 230 km/h y un milagro
Su Dodge golpeó contra un muro en uno de los curvones del circuito. Sin lesiones severas, ya ayer le dieron el alta.
“Me temblaban las manos. Fue la maniobra más grande de mi vida, mucho más que cualquier triunfo porque me encontré de golpe al auto de Pinchito y en un segundo tuve que decidir para tirarme por abajo. Si le pegaba, era un desastre...”.
Estremeció el relato de Martin Ponte en la calurosa tarde de Rafaela, como testigo principal del violento golpe de Jonatan Castellano contra el muro del Curvón Norte en el entrenamiento inicial del TC. Al romper un goma producto de un clavo aparecido en la pista, el Dodge entró en trompo y golpeó el muro con su lateral izquierdo, el del piloto, para luego quedar detenido en medio de la pista. ”Desaceleró de 229,900 km/h a cero”, contó un mecánico del equipo, dando cuenta del tremendo sacudón para su piloto, mientras examinaba los grandes destrozos en la parte delantera del auto y estimaba que “con suerte podemos tenerlo listo para la próxima carrera en San Luis”. Por entonces, Castellano estaba internado en Clínica Nosti, donde hacia la noche recibió el alta por no tener lesiones por el fuerte golpe. “Se me rompió una goma a 230 km/h y no pude dominar el auto. Sólo me duele mucho el pecho al respirar”, le contó Castellano a Clarín ya de vuelta en el circuito.
Tal vez a Castellano lo protegió la imagen del Papa Francisco instalada en el alerón trasero. Por apenas unos centímetros, el Dodge de Ponte lo esquivó con la riesgosa opción de mandarse por el pasto a 230 Km/h. “No tenia otro lugar porque por arriba estaba Trucco y por el medio venía frenando el Gurí Martínez”, explicó Ponte, quien tras hacer la pole provisoria no convenció a los comisarios para evitar que lo sancionaran con el retraso al último lugar de la grilla, por no haber disminuido la velocidad. Pareció exagerada la sanción.
Ponte tendrá al menos la alternativa de correr, algo que no ocurrirá con Castellano, quien así no podrá defender las chances que disponía para mantener su invicto (era el único) de presencias en la historia del playoff creado en 2008. Fue la manera más dura de perderlo.
Resultó menos onerosa la factura que el muro le pasó a Christian Ledesma, unos metros antes del Curvón Norte y unos minutos antes del golpe de Castellano. “Menos mal que no venía en la vuelta veloz porque de haberlo hecho me hubiese lastimado”, le reconoció Ledesma a Clarín tras tranquilizar vía celular a su familia avisándole que sólo tenía algunos dolores en el cuello y el tobillo derecho Su golpe, a 150 Km/h. tras romper una llanta, dañó bastante su Chevro- let. “Hay que cambiar parrillas de suspensión, portamasas traseros, cañoñera y cubrevolante” informó Alberto Canapino, chasista del equipo, mientras los mecánicos empezaban a trabajar sobre la Chevy para que hoy, desde las 14.05, pueda clasificar. Lo necesita Ledesma para defender su lugar en el playoff, amenazado por Mariano Werner a solo medio punto
Son tan atractivas como riesgosas las carreras de Rafaela. En la medida proporcional que aumentan las expectativas de interesantes carreras crecen los riesgos, como lógica consecuencia de la alta velocidad que roza los 290 Km/h. Quedó nuevamente demostrado con estos dos fuertes golpes en esta primera visita de este TC con autos más potentes por los motores multivávulas y menos estables por la falta de cargas aerodinámicas.
No fueron casualidad sino causalidad. Con más potencia y menos cargas los autos van más fuerte y por ello los golpes son más duros”.
Matías Rossi - Chevrolet Por lo que sé, a Ledesma se le rompió una llanta y a Castellano, una goma. Estos golpes son cosas que pasan en el automovilismo”.
Agustín Canapino - Chevrolet No creo que con estos autos el circuito sea más peligroso que el año pasado. Eso sí, habrá que tener más respeto en los frenajes”.
Gabriel Ponce de León - Ford