Los recursos pesqueros, sin estadísticas y sin control
Valga de ejemplo. La Asociación de Profesionales del INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero) dio la voz de alarma y advirtió que desde hace casi dos años ningún buque destinado al relevamiento de los recursos pesqueros navega el mar argentino. Son tres barcos y están amarrados. Como ya sucede con el INDEC, no se conoce a cuánto asciende el stock de peces. Se opera a ciegas. Y corremos el peligro de quedarnos sin nada.
En los últimos tiempos, por citar un caso, aumentó considerablemente la cantidad de langostinos que se ha convertido en la soja de la industria pesquera, con exportaciones gracias a este crustáceo de US$ 800 millones. Pero se ignora si se lo está dilapidando.
Los científicos animaron por carta al subsecretario de Pesca a revertir la situación. Denunciaron que “no se realizaron la mayoría de las campañas programadas, constituyendo así uno de los períodos con peores resultados en cuanto a operatividad de los buques”. Sin esas campañas, no hay manejo responsable de los recursos pesqueros.
Y en lo que es otra muestra de lo que sucede en distintos ámbitos, privados y públicos, los científicos reclaman sanciones por un robo de comestibles. Sucedió en un barco de la flota del Instituto, el “Capitán Oca Balda”, cuando estaba amarrado por la cancelación de la campaña de anchoíta.
La última carta de estos profesionales tiene fecha 16 de setiembre. Recuerdan a las autoridades que pasaron “tres meses desde que eleváramos un requerimiento urgente de acción al respecto de la inactividad de los buques de investigación. Sin campañas de evaluación no pueden retomarse las investigaciones pesqueras que brindan sustento técnico a las decisiones del Consejo Pesquero”. Esa institución es la que decide la captura máxima permisible por especie. ¿Quiénes se estarán beneficiando?