Palito Ortega Su nuevo Club del Clan
Varios referentes del rock nacional lo acompañarán en su próximo disco, que sale a la venta en octubre.
La puerta del estudio Los Pájaros, enmarcado en una arboleda ahora algo oscurecida por las nubes, se abre, y al tiempo que sale en dirección hacia algún otro punto de su campo, Mi negrita, Ramón ‘Palito’ Ortega invita a pasar, descubriendo una escena que sorprende. Ahí nomás, Nito Mestre y Celeste Carballo charlan entre saladitos y algunos dulces, mientras desde la sala del operador unas guitarras con olor a rock lo impregnan todo.
Otra puerta, y el paisaje incrementa la incredulidad. Ahí, en medio de ese amplio espacio con enormes ventanales abiertos al verde empapado por una lluvia que no cesa, David Lebon y Juanse, con el apoyo de Fernando Samalea desde la batería, le van dando forma a la base de lo que será el último tema que formará parte del nuevo álbum del dueño de casa, cuyo primer corte, Un po- co nomás, acaba de salir a la luz.
Sobre la consola, la letra va sufriendo retoques, de la mano de Ortega, que de nuevo en su base de operaciones, va de un lado a otro. “¿Cantamos vamos a vivir, o vamos a sentir?”, pregunta Carballo. El remate del estribillo, en cambio, no presenta dudas. Un rato después, los cuatro suman sus voces a las del anfitrión y repiten y doblan: Vamos a pasarla bien.
El que está ahí, el de La felicidad, el de Yo tengo fe, el de Sabor a nada, aprieta los auriculares a sus oídos y cuela su voz entre las que sonaron en Pescado Rabioso y Serú Giran, Ratones Paranoicos y Sui Generis. Una porción de la elite del rock local, que se completa en el álbum con los nombres de Moris, Charly García, Pedro Aznar y el Soda Tweety González, que a última hora llega para aportarle teclados al tema del día.
Un rato después, a la hora de la despedida, Lebon suelta un “¿Te gustó el solo, papi?”, mientras abraza a Ortega, que por respuesta le ofrece una sonrisa. Y enseguida, como si lo visto hasta el momento fuera poco, Palito agrega data sin esconder ni un poco su orgullo: “Ocho temas los grabamos en Nueva York, con el guitarrista Jim Campilongo, que trabaja con Norah Jones, y con Joe Blaney como ingeniero”. La jornada va llegando a su fin, y ya comienza a resultar imposible quitarse el estribillo del inconsciente, y acompañarlo haciendo ritmo con el pie. Entonces, justo antes de salir a la lluvia, con la autoridad que le confiere su investidura, Juanse derriba cualquier prejuicio rocker. Si es que quedaba alguno. “Yo tengo a Palito en mi cabeza desde los ocho años. Todos tenemos a Palito en la cabeza.”