Caos de tránsito y furia en el Centro porteño
La línea B no funcionó por la mañana. Y el centro colapsó por un piquete que duró ocho horas bajo el Obelisco.
Un automovilista increpa a un piquetero en Carlos Pellegrini al 300. Las calles ayer estuvieron colapsadas por un nuevo paro en el subte B y por un piquete en la 9 de Julio y Corrientes que duró ocho horas.
Fue un día caótico para moverse en la ciudad. Otra vez el subte B estuvo paralizado por una protesta gremial, al igual que el lunes, y 400.000 pasajeros se quedaron a pie. Además, un piquete en 9 de Julio y Corrientes convirtió en un infierno al tránsito en el centro durante más de ocho horas.
La protesta en la línea que une Leandro N. Alem y Rosas comenzó a las 5 de la madrugada, cuando un minúsculo grupo de supuestos trabajadores del subte bajaron a las vías e impidieron que el servicio pudiera empezar a funcionar. Se trata de integrantes del Sindicato de Trabajadores del Subte (STS), una agrupación que asegura que tiene representación legal, pero que no es reconocida. Es el mismo grupo que en junio había paralizado la línea C.
El piquete en las vías duró hasta las 9, pero el servicio se pudo retomar recién una hora después. Tras una reunión con el subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor, los trabajadores se comprometieron a “respetar la paz social” hasta el 30 de octubre.
Desde el Gobierno porteño denunciaron que se trató de una medida política. Guillermo Montenegro, el ministro de Seguridad, aseguró: “Estoy convencido de que está hecho como un paro político. Está hecho para que pase algo”. En la Ciudad argumentan que el referente del STS, Raul Jerónimo, es un militante kirchnerista que aparece en las redes sociales en fo- tos junto a Julián Domínguez. El lunes pasado, el subte B también estuvo interrumpido 11 horas por un reclamo de 10 trabajadores de seguridad privada.
El piquete en 9 de Julio y Corrientes empezó a las 12.45 y terminó 8 horas después. Lo hicieron empleados de la avícola Cresta Roja. La empresa está concursada y la Justicia autorizó la intervención de Daniel Gurzi, vinculado a Aníbal Fernández. Los trabajadores le reclaman al gobernador Daniel Scioli que incumplió la promesa de normalizar la empresa y reincorporar trabajadores. Ayer, un grupo de delegados de izquierda encabezó el piquete que hizo colapsar el centro. El corte se sumó a otras restricciones en la zona del Bajo, ya que en el Luna Park Scioli hizo su cierre de campaña y las inmediaciones se llenaron con los micros que transportaron a los militantes.