Una aceitera logra un préstamo millonario del Banco Mundial
La Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo del Banco Mundial para financiar al sector privado, está volviendo lentamente a otorgar préstamos a firmas argentinas. En julio, por primera vez en cinco años, le prestó junto con otros bancos US$ 520 millones a Pan American Energy, y ayer sumó al gru- po Vicentín, una de las principales empresas agroexportadoras de capitales nacionales, que recibirá un crédito blando de US$ 135 millones de dólares.
El dinero, según explicó oficialmente Vicentín, se utilizará para “atender las necesidades de capital operativo de la empresa para la exportación de aceite de semillas oleaginosas y otros subproductos”. Sucede que a ese y otros grupos de bandera nacional, como Molinos, corren con desventaja respecto de multinacionales como Cargill, Dreyfus o Bunge, que pueden financiarse más fácilmente desde sus casas matrices.
Vicentín nació en la década de los 20 como almacén de ramos generales y acopio en Avellaneda, en el norte santafesino. Ahora maneja cerca del 14% de la capacidad de molienda de soja de la Argentina y tiene importante participación en el negocio de la hilandería de algo- dón, los biocombustibles y hasta la carne vacuna.
El paquete de financiamiento que recibirá la compañía comprende US$ 25 millones de la CFI y otros US$ 110 millones movilizados por ese mismo organismo del Banco Mundial entre bancos comerciales, instituciones financieras y fondos, que incluyen a Natixis, Rabobank, Banco Itaú BBA, FMO, ABN Amro y CréditAgricole. Llamó la atención que este financiamiento surgiera en pleno proceso electoral. Pero Salem Rohana, gerente de la CFI para la región, explicó que el préstamo “coincide con un momento clave para el crecimiento social y económico de Argentina, y demuestra el compromiso de largo plazo de CFI con sus clientes del sector privado”.