La petrolera estatal, el motor de la economía de Venezuela
Desde la llegada del chavismo al poder en 1999, la petrolera estatal potenció su rol como el motor de la economía venezolana. Los ingresos por el precio de sus enormes reservas petroleras se multiplicaron en apenas dos años, cuando el precio del barril pasó de 15 a 80 dólares y luego siguió subiendo. De esa manera la compañía se convirtió en la gran proveedora de la caja oficial. Para dar una dimensión de su importancia es preciso entender que el 90% de los ingresos del Estado vienen de las arcas de Pdvsa.
Con sus dineros, Hugo Chávez primero y luego el actual presidente Nicolás Maduro financiaron planes sociales, de educación y salud, construyeron viviendas y hasta pa- gaban a los deportistas olímpicos.
Son pocas las grandes iniciativas del gobierno que no vienen acompañadas de un logo de Pdvsa, porque también son pocos los proyectos que no sean empujados económicamente por la petrolera.
Como muchas de las fábricas que fueron “recuperadas” por el chavismo, Pdvsa tiene serios problemas de productividad. En más de 16 años de control, hubo serias dificultades para modernizar las plantas refinadoras y las tecnologías de extracción porque no hubo una inversión adecuada a la mag- nitud de sus ganancias.
La crisis de Venezuela está atada a la economía de Pdvsa y viceversa. Con la caída del precio del barril, que pasó de casi 100 dólares a los 45 actuales, provocó la eclosión de la vaca lechera. Fue entonces que comenzaron a salir a la luz los casos en los que se denuncian desvío de fondos y sospechas de corrupción. Ahora se cae en cuenta de que las ganancias millonarias no fueron reinvertidas y que la empresa quedó atrasada y con posibilidades reducidas de reacción en este momento tan delicado.