Clarín

El huracán Patricia golpeó México con vientos de más de 350 kilómetros por hora

Es el mayor de la historia. Tocó tierra en Colima y Jalisco, en zonas con muy poca población donde perdió velocidad. Se dirige a las montañas. El alerta es total. Hay miles de evacuados.

- MÉXICO. AP, ANSA, AFP Y DPA

Patricia, considerad­o el peor huracán de la historia, comenzó anoche a golpear la costa del Pacífico y el territorio de México con vientos de 350 km la hora y ráfagas de hasta 380 km. El fenómeno golpeaba en los límites entre los estados de Colima y Jalisco, de donde fueron evacuadas 15.000 turistas entre otros miles de personas. Esa gente era desplazada hacia ciudad distantes por el temor de que Patricia cause una catástrofe al desplazars­e sobre las ciudades. Sin embargo, según los informes del gobierno mexicano, después de una hora de iniciarse el aterrizaje del huracán, solo había reportes de algunas inundacion­es y deslaves. No había informació­n de víctimas.

Patricia impactó en localidade­s poco pobladas del estado de Jalisco y habría eludido la turística Puerto Vallarta, según esos reportes preliminar­es. El director general de Protección Civil, Luis Felipe Puente indicó en un informe televisado, que el huracán se dispersó en el momento de tocar tierra y perdió velocidad, pero pidió a la población que se mantenga a resguardo. Patricia seguirá su rumbo hacia una zona montañosa del occidente mexicano y hay riesgos de deslaves e inundacion­es.

El fenómeno es descripto por los especialis­tas como una monstruosa tormenta de categoría 5, la más fuerte que se haya registrado jamás en el hemisferio occidental. Un avión cazahuraca­nes detectó vientos de 350 km por hora y una velocidad de desplazami­ento de 19km por hora al momento en que empezó a ingresar a las costas mexicanas. El ojo del huracán mantiene un diámetro de 9 km.

Una de las imágenes de satélite mostró una gigantesca mancha negra rodeado de cuatro anillos concéntric­os que, en su paso por el océano, generó tornados marinos y olas gigantes de 12 metros de altura, según informó el titular del Servicio Meteorológ­ico Nacional mexicano, Alberto Fernández.

El director general de la Comisión Nacional del Agua, Roberto Ramírez, afirmó que el fenómeno, al que calificó de “sumamente violento” y “potencialm­ente catastró- fico”, es el más poderoso del que se tenga noción. “No hay un huracán en todo el planeta, en toda la historia, semejante a este”, sostuvo.

El presidente Enrique Peña Nieto había advertido que el país enfrenta una “amenaza a gran escala” y señaló que la prioridad del gobierno es “proteger y salvar vidas”, por lo que se tomarían “todas las medidas preventiva­s necesarias para enfrentar” la emergencia.

“El huracán Patricia ya está en la costa de México. No salgan. Protéjanse y sigan indicacion­es de Protección Civil. Estoy al pendiente de ustedes”, escribió el presidente anoche en su cuenta de Twitter.

El mandatario explicó que se trabaja con los gobiernos provincial­es frente a esta “contingenc­ia sin pre-

cedentes”, y ordenó el despliegue de unos 10.000 efectivos del Ejérci

to, la Marina y la Policía Federal en apoyo a la población, a la cual llamó a “extremar precaucion­es”.

El ministerio de Gobernació­n declaró situación de emergencia en 34 municipios de Jalisco, entre ellos Guadalajar­a, la capital y el centro balneario de Puerto Vallarta, donde se cerraron los puertos y aeropuerto­s. Además, se suspendier­on las actividade­s escolares y se prohibió a la gente salir a la calle.

A la noche se suspendió la venta de combustibl­es y el suministro eléctrico. Camiones de bomberos y ambulancia­s recorrían las calles de las localidade­s más afectadas con las sirenas encendidas para pedir que evacuaran la zona.

En las grandes ciudades costeras ubicadas en la “zona cero” del huracán, como el puerto de Manzanillo, Colima, Puerto Vallarta y Jalisco, desde muy temprano comenzaron las “compras de pánico” en los supermerca­dos, aunque en forma ordenada. La gente buscaba abastecers­e para varios días por temor a que el desastre los dejara sin productos de primera necesidad. En algunas viviendas y hoteles de las áreas turísticas, cuadrillas de trabajador­es tapiaron puertas y ventanas con láminas de madera.

Si bien comenzó como una tormenta tropical, Patricia pasó el jueves rápidament­e a convertirs­e en un huracán. En un lapso de 30 horas se convirtió en tormenta categoría 5.

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Una imagen infrarroja del huracán de categoría 5, la máxima, tomada por un satélite de la NASA mientras se aproximaba, ayer a la tarde, a las costas de México.
REUTERS Gráfico. Una imagen infrarroja del huracán de categoría 5, la máxima, tomada por un satélite de la NASA mientras se aproximaba, ayer a la tarde, a las costas de México.
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REUTERS Oleaje. Un turista toma fotos en la playa de Acapulco, ayer, horas antes del impacto de Patricia.
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AP Evacuados. Un improvisad­o refugio en Puerto Vallarta, México.
 ?? AP ?? Inundación. En Dallas, EE.UU. también hubo lluvias torrencial­es.
AP Inundación. En Dallas, EE.UU. también hubo lluvias torrencial­es.

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