Un centenar de heridos en otra jornada negra en Oriente Medio
Hubo enfrentamientos en Cisjordania y la frontera con Gaza. Ya suman 800 los palestinos detenidos.
Pese a los esfuerzos diplomáticos para aplacar la violencia, ayer se vivió otro viernes negro en Cisjordania y la frontera con Gaza a raíz de la convocatoria palestina a otra “jornada de ira” contra la ocupación israelí. Hubo al menos un centenar de palestinos heridos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
En paralelo, se multiplicaron las detenciones como respuesta a la ola de atentados palestinos contra civiles. Según la organización para los derechos de los prisioneros palestinos Addamer, ya suman 800 los palestinos arrestados. Unos 500 de ellos fueron apresados en Cisjordania, 213 en Jerusalén Este y 152 en Israel.
Uno de los enfrentamientos más importantes de ayer tuvo lugar en la entrada norte de Hebrón, que se saldó con cinco palestinos heridos de bala y otros 15 atendidos por inhalación de gas lacrimógeno disparado por las fuerzas israelíes. En esa región de Cisjordania los disturbios se concentraron en dos puestos que controla el Ejército israelí, ubicados en el corazón de la ciudad, donde los manifestantes palestinos arrojaron piedras y cócteles molotov.
También hubo choques en dis-
tintas zonas cercanas a Ramallah, a raíz de marchas convocadas por el movimiento nacionalista Al Fatah que lidera el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas.
Cerca de allí, una mujer israelí y sus dos hijas de 4 y 11 años fueron heridas de diversa consideración al ser atacado el vehículo en el que viajaban con un cóctel molotov. A primera hora de la mañana, un soldado israelí fue herido en un apuñalamiento cerca del bloque de asentamientos de Gush Etzion, en el que el atacante recibió un tiro en la pierna y fue detenido.
En la ciudad de Belén los enfrentamientos se concentraron en las inmediaciones de la Tumba de Raquel, donde palestinos arrojaron bombas incendiarias caseras y piedras a las fuerzas israelíes, que respondieron con balas y gases.
En Gaza, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad local, decenas de palestinos resultaron heridos por disparos de fuerzas israelíes con munición real y balas de goma, incluyendo tres fotógrafos y camarógrafos locales. En el interior de la franja, Hamas y la también islamista Yihad Islámica organizaron manifestaciones para mostrar su apoyo al actual alzamiento, que consideran una nueva Intifada, y pedir su continuación.
Antes de que los disturbios se extendieran por Cisjordania y Gaza, las autoridades israelíes levantaron ayer por primera vez en un mes las restricciones de edad a los musulmanes para que pudieran acudir al rezo de los viernes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, una de los principales reclamos de los palestinos.
Después de 23 días de disturbios y ataques que no parecen disminuir, la diplomacia internacional sigue extendiendo sus esfuerzos para detener la ola de violencia que ya cobró la vida de 9 israelíes, 52 pa
lestinos –cerca de la mitad de ellos abatidos en agresiones a israelíes en su inmensa mayoría con arma blanca–, un eritreo y un palestino con nacionalidad israelí.
El secretario general de la ONU, Ban Ki- moon, insistió en reclamar calma y moderación a ambas partes, para evitar que la situación empeore y, en especial, tome tintes cada vez más religiosos. También mostró su “profunda preocupación” por la fuerte división y la violencia que tuvo oportunidad de ver durante su viaje a la región esta semana.