“No me dejaron salir en toda la noche”
Tanto Cintia como Mariela declararon durante la instrucción en Cámara Gesell, una habitación especial para que puedan dar testimonio los menores de edad. La primera de ellas contó que los policías se pasaban entre compañeros su número de teléfono celular: la llamaban, la pasaban a buscar y la llevaban a algunos de los predios donde
ambas eran abusadas. “Uno me pagaba, no me dejaban salir. No me dejaron salir en toda una noche, y me maltrataba, me pegaba”, contó la chica. “Un policía que trabajaba ahí, un oficial, me decía que tenía que tomar con ellos vino, si no, no salía. Lo tuve que tomar, hace dos años, tuve que tener relaciones con varios de ellos para salir, si no no me dejaban salir”, declaró. Las hermanas también describieron con precisión el predio de la
Policía Montada de la calle Cavia, lo cual le agregó veracidad a la de
nuncia. “Nos hicieron entrar por un portón que estaba de costado (...) no por la entrada principal. Después nos hicieron agachar porque adelante controlaban y nos llevaron hasta adelante, donde vendrían a ser sus piezas”. La chica aseguró que estuvo al menos diez veces en ese lugar. “Mantuve relaciones sexuales con algunos de los suboficiales”, dijo. Al declarar, Mariela no tuvo
contradicciones con Cintia: “Nos ingresaron escondidas en el auto a la (sede de la) Policía Montada (...) Nos obligaron, fue forzado, ahí sí, nos llevaron de prepo, calladas. En otra ocasión a mi hermana no la dejaron salir hasta no estar con ellos (...) Yo fui dos veces, mi hermana fue algunas más, incluso me llegó a contar que en una ocasión la disfrazaron de policía”.