Las reservas en la Costa vienen lentas: culpan al balotaje
Los turistas parecen dispuestos a esperar el cambio de presidente y los martilleros hablan de poca actividad.
Las elecciones pusieron a la Costa en modo “stand by”. Resta el balotaje y el cambio de gobierno, y a diferencia de lo que venía pasando en los últimos años, esta vez los viajeros no reservaron alojamiento con mayor anticipación. Por ahora, todos han resuelto esperar y las reservas vienen lentas.
Los operadores son optimistas, pero distintos factores denotan incertidumbre de cara a la temporada de verano. El primero, ya dicho, es el contexto electoral, y hay otros tres no menos significativos: la devaluación que registró Brasil en los últimos meses, que tornó aún más seductoras a sus atractivas playas; la cantidad de cuotas sin interés a las que se puede acceder para viajar al exterior, y –frecuente polémica anual– el anuncio de que las clases comenzarán a fines de febrero, lo que recorta las vacaciones. Así, la temporada comienza tarde y termina temprano.
Los operadores de turismo de Mar del Plata ven en esos factores un desafío. “Nos obligan a trabajar más”, apunta Eduardo Palena, presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica, “hay que estar enfocados en tener una política de precios seria y a promocionar los atractivos que nos diferencian”.
En hoteles hay casos de preventa, pero las elecciones los mantienen frenados. Lo mismo ocurre con el alquiler de casas y departamentos: “El balotaje estiró algo más la incertidumbre. Igual será un buen verano, con vacaciones cortas y mucho recambio”, auguró Miguel Angel Donsini, al frente de la cámara inmobiliaria marplatense.
En Pinamar y Cariló el cuadro es muy similar. “No mucho, pero el nivel de reservas es menor al de otros años”, revela a Clarín Mauricio Villate, de la Asociación de Concesionarios de Playa de Pinamar. “La temporada –sostiene– arranca más tarde.”