San Martín le dio impulso a su sueño de jugar la Sudamericana
Se podría decir que tanto San Martín como Arsenal lograron ayer lo que tanto deseaban desde hace algunas fechas. Los sanjuaninos, después de conseguir el objetivo primordial de mantener la categoría, se enfocaron en pelear por una plaza en la liguilla que clasifica a la Copa Sudamericana, un premio que confirmaron con una victoria que llegó después de seis partidos sin festejos. Mucho menos ambicioso era lo del equipo de Sarandí, que solamente buscaba que pasara la última fecha del torneo para cerrar un año para el olvido.
San Martín, que gracias a resultados ajenos antes de comenzar a jugar ya sabía que su lugar en la liguilla no se lo sacaba nadie, ganó porque acertó en una de las tantas chances que generó. Y, principalmente, porque Luis Ardente tuvo un gran partido. El cierre del torneo para Arsenal no podía ser diferente. Si durante todo el campeonato mostró poco y nada, no había razones para imaginar que pudiera ocurrir otra cosa en San Juan.
Ricardo Caruso Lombardi intentó nuevamente darle cierto orden a su equipo. Y lo logró durante 28 minutos, hasta que Carlos Bueno y Eric Aparicio armaron la mejor jugada del encuentro para poner en ventaja a San Martín y desnudar las limitaciones de Arsenal.
Sin ideas pero con dignidad, fue a buscar el empate en el primer tiempo y Santiago Silva estuvo muy cerca de conseguirlo en dos ocasiones, pero Ardente se lo negó con dos atajadas magistrales.
En el complemento, San Martín apostó por el contragolpe, tuvo chances para liquidar el partido aunque las desaprovechó. Le dio vida a Arsenal que se acercó como pudo al arco rival, pero estuvo lejos del gol salvo en una pirueta de Sarulyte que parecía gol hasta que apareció otra vez Ardente.
El festejo de los hinchas de San Martín fue casi tan grande como el sueño de ver por primera vez en la historia a su equipo en un torneo internacional. Para Arsenal fue, en cambio, el final de algo muy parecido a una pesadilla que duró treinta fechas.