Clarín

Macri y Vidal, y lo que temen el PJ y la UCR

- Daniel Bilotta Periodista

El encumbrami­ento de un nuevo paradigma para la administra­ción de recursos públicos que aspira a institucio­nalizar el PRO en los gobiernos nacional y bonaerense es fuente de tensión con la UCR, principal socio en la alianza Cambiemos, y motivo de inquietud en todas las variantes del peronismo que tiene a la convivenci­a con este nuevo fenómeno como principal variable de su reorganiza­ción fuera del poder. Se trata de un amplio arco que incluye al FpV, UNA, gobernador­es peronistas e intendente­s y legislador­es vinculados al poderoso padrón electoral de la región del Conurbano, pero también a dirigentes más difíciles de ubicar en esas categorías pero con peso propio, como Florencio Randazzo.

Más que una coordinada estrategia de comunicaci­ón, el hincapié hecho en la lucha contra la corrupción por quienes están confirmado­s como integrante­s de los gabinetes de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal es una aplicación práctica de ese principio: la eficacia en la gestión del Estado como preámbulo de la iniciativa política. Y esto establece una diferencia significat­iva con las otras fuerzas tradiciona­les, acostumbra­dos a ocuparlo para perdurar y mantener con la ciudadanía un vínculo en el que prevalece la cuestión clientelar. Contraste de culturas políticas que tuvo su capítulo más visible con la reunión entre Mauricio Macri y Cristina Fernández de Kirchner, pese a lo poco que trascendió de ella.

Existen sin embargo otros ejemplos tangibles pero menos divulgados todavía. Federico Salvai, el ministro más importante de Vidal, debió recordarle al radicalism­o bonaerense su condición de aliado, y por tanto parte del gobierno, para explicarle­s la imposibili­dad de acceder a su demanda de manejar los organismos de control que, por mandato constituci­onal, correspond­en a la oposición.

Al peronismo bonaerense lo preocupa una modificaci­ón sustancial en la agenda de gestión atada a un orden de prioridade­s que no siente como propio. De modo paradójico, es lo que justifica el avance del PRO en territorio­s en los que habitan ciudadanos que transitan el distrito metropolit­ano. El programa de infraestru­ctura desarrolla­do para armonizar el transporte público con el tránsito – Metrobus, carriles exclusivos, pasos bajo nivel de las vías- y la experienci­a de la Policía Metropolit­ana encarnan la suma de todos sus temores. Con el añadido de un dato bien calibrado por los gobiernos municipale­s de Lomas de Zamora, Lanús y Avellaneda: el descenso de la matrícula de inscripció­n en colegios en barrios lindantes con la Ciudad, que atribuyen a una oferta educativa pública de mayor calidad del otro lado del Riachuelo.

Entre la resignació­n y la resistenci­a de modos pocos democrátic­os, son varios los caudillos que se preparan para un largo período de ocho años de una gestión ajena a su fuerza cuando Cambiemos aún no ha gobernado. Como indicio no es poco.

En el nuevo paradigma de administra­ción de recursos públicos, la eficacia en la gestión es preámbulo de la iniciativa política

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina