Sorpresa
Es el primer motociclista argentino en ganar una etapa del Dakar. Su plan era llegar este viernes a Salta para su cumpleaños.
En el Dakar, el salteño Kevin Benavides ya es el primer argentino en ganar una etapa en moto.
“Fue maravilloso, y mañana (por hoy) este tío nos va a pasear por caminos que conoce mucho”. Fue bien claro el relato del técnico español del equipo oficial Honda sobre Kevin Benavides. Y eso que por entonces, las tres de la tarde, todavía no se conocía que este salteño de 26 años entraría en la historia como el primer motociclista argentino en ganar una etapa en el Dakar. Era sólo el brillante escolta del experimentado y veloz español Joan Barreda Bort, quien poco después fue penalizado con un minuto de recargo por exceder la velocidad permitida en un tramo de enlace. Esto dejó a benavides como nuevo líder de la etapa y escolta en la general. Una hazaña para quien recién completó tres etapas en el Dakar como integrante del equipo Honda Sudamérica junto a su compatriota Javier Pizzolito, retrasado ayer en el puesto 48 por una penalización de cinco minutos.
“Prefiero tomarlo con calma, ir de a poco y no ponerme presiones”, se limitó a decir Kevin una veza conocida la buena nueva, con la típica tranquilidad salteña que también disimula cierta timidez. Seguramente no pensaba llegar tan lejos y tan pronto cuando decidió tomar este debut en el Dakar con el objetivo prioritario de llegar el viernes a su Salta natal y festejar su cumpleaños número 27 con un asado junto a sus amigos. Seguramente no le pedía tanto Isis, su madre, la que sufre con su hijo desde que éste tiene nueve años. Fue en ese momento cuando Kevin comenzó a mostrar su gusto de andar rápido sobre las motos. Como toda madre sufrió pero no se opuso a la pasión de su hijo mayor.
Fue sorprendente este éxito parcial de Benavides pero no su actuación. Campeón argentino de Enduro en el año 2014, tiene en su haber unas 300 carreras en esa especialidad. Entre ellas guarda un especial recuerdo de aquella que le ganó en Colombia nada menos que al francés Cyril Despres, quíntuple ganador del Dakar y tradicional rival de Marc Coma en motos, y actual piloto de la poderosa formación Peugeot. Ya más cercano en el tiempo, Benavides también valoró al desafío Guaraní, corrido en junio por tierras paraguayas. Junto con la copa del vencedor, recibió un cheque que le bonificaba el valor de la inscripción para el Dakar. Fueron alrededor de 15 mil euros, una cifra que sirvió para atenuar presupuestos que no bajan de los 300 mil dólares.
Incentivado por este éxito y la ayuda económica, Kevin decidió intensificar su preparación. Para ello pasó varios días entrenándose duro en la zona chilena de Iquique junto al motociclista trasandino José Ignacio Cornet. “Me sirvió de mucho”, destacó el argentino, de la misma manera que admitió haber tomado nota en el libro de su experiencia del fuerte golpe que se dio el año pasado en el Desafío de la Ruta 40 en la Argentina, una carrera que muestra condiciones topográficas que se asemejan a las del Dakar. “Los golpes duelen y enseñan y en este caso me enseñaron que no hay que ser tan agresivo como en el enduro”, admitió Benavides, cuyo hermano menor Luciano, de 20 años, también corre y se destaca en el Enduro nacional.
“Prefiero seguir divirtiéndome y andando fuerte, pero sin enloquecerme”, dijo el argentino que fue protagonista del día. Es cierto, muchas cosas pueden pasar, pero ya pasó una por demás de relevante: con apenas tres días, hizo entrar a Kevin Benavides en la historia del exigente Rally Dakar.